15 octubre, 2005


Ferrer Benimeli ve en los masones el fracaso de un ideal
El historiador participa hoy en el primer Foro Internacional del Exilio

Considera que se está perdiendo esta parte de la historia porque cada vez se estudia menos

(Firma: Patricia García | Lugar: a coruña)
?l historiador José Antonio Ferrer Benimeli visita A Coruña para participar hoy en el I Foro Internacional del Exilio, As fronteiras do exilio , que se celebra en la Fundación Luis Seoane. Presidente del Centro de Estudios históricos de la Masonería Española desde 1983, Ferrer Benimeli realizará un recorrido por la masonería española en el siglo XVIII, para después analizar el exilio republicano como consecuencia de la Guerra Civil y termina con el regreso a España de la masonería tras la muerte de Franco. En palabras del propio historiador, a través de sus explicaciones mostrará «cómo a raíz del exilio los masones lograron salvar su vida».

José Antonio Ferrer lleva más de cuarenta años dedicado al estudio de esta parte de la historia española. Considera que «la época de la masonería no sólo es un periodo prácticamente desconocido para la gran mayoría, sino que además se conoce mal». Su intención es «romper muchos de los tópicos que existen en torno a este tema», concretamente «el famoso contubernio judio-masónico comunista, como causante de todos los males de España».

Después de haber mantenido contacto con masones para la realización de sus trabajos de documentación, Ferrer ve en ellos «el fracaso de una vida, de un ideal» y los define como «personas desconocidas en el extranjero y en su propio país».

Profesor titular de historia contemporánea en la Universidad de Zaragoza, cree que «esta área cada vez es menos estudiada». Considera que se está perdiendo una parte muy importante «que forma parte de nuestra vida». Añade además que «ahora sólo se estudia lo que es local o más cercano y como consecuencia la gente cada vez sabe menos». Para él resulta muy importante «conocerse a uno mismo porque es fundamental para poder construir un futuro».

José Antonio Ferrer ha publicado más de 40 libros y unas 450 monografías. Ferrer señala que en estos momentos están preparando el undécimo Simposio internacional de la masonería española en la época de Sagasta, que se celebrará en Logroño.

http://www.lavozdegalicia.es/se_cultura/noticia.jsp?CAT=106&TEXTO=4159503

14 octubre, 2005

ENTREVISTAS
'También defendimos DDHH'

Jorge Carvajal, líder masón: ''Políticas de la Iglesia son para sus fieles''
- 10/13/2005 20:08


Fuente: El Mostrador.cl

Gran Maestro de la masonería asegura que todavía hoy la Iglesia Católica recibe privilegios desde el gobierno y que aún no existe una real secularización del Estado. Además, aboga por una real independencia del Ejecutivo para generar políticas públicas aunque esto suscite molestias en el catolicismo. Y defiende la reciente y polémica campaña oficial para prevenir el sida.

Jorge Carvajal, Gran Maestro de la masonería en nuestro país, es muy cuidadoso con las opiniones que emite con respecto a la Iglesia Católica y no le gusta aparecer criticándola. Pese a ello, se refiere, en este entrevista con El Mostrador.cl a la encuesta que recientemente elaboró Adimark, titulada “Católicos en Rebeldía”, que da cuenta de una gran diferencia entre los valores morales promovidos por la Iglesia y los que comparten sus fieles, en particular en los referidos al sexo.

Respaldado por los datos, afirma que la distancia entre lo que piensa la alta jerarquía de la Iglesia y los católicos está creciendo cada vez más. Sólo como ejemplo, el estudio de Adimark da cuenta de que el 74,3 por ciento de las personas que se dicen católicas cree que los separados y divorciados pueden comulgar; el 95,1 por ciento acepta el condón como método para prevenir el sida y el 91,2 por ciento cree que cada uno puede escoger el método anticonceptivo que le acomode más para el control de la natalidad. Y lo que es más sorprendente, un 40,6 por ciento aprueba la legalización del aborto terapeútico.

Sin embargo, prefiere no analizar las causas de esta distancia. Lo que le interesa a Carvajal es evitar que la Iglesia logre imponer una vez más su criterio y ocupe su influencia para truncar la campaña contra el sida lanzada por el gobierno, hoy por hoy el principal blanco del mundo católico.

La brecha entre la cúpula de la Iglesia y sus fieles

-Un estudio realizado por Adimark llamado “Católicos en rebeldía” arroja sorprendentes resultados que muestran una inconsistencia entre los valores de las personas que se dicen católicas y los que promueve la Iglesia. ¿Usted nota la misma contradicción?

-De acuerdo a ese artículo, veo un alejamiento muy fuerte entre las políticas de la jerarquía católica y el pensamiento de los fieles respecto a temas valóricos. Frente a temas como la campaña que difunde el uso del condón como la manera más segura de prevenir el sida, frente a temas como el divorcio y el control de la natalidad los fieles piensan muy distinto respecto de las políticas que impone la jerarquía católica.

-¿A que se debe esa distancia valórica?

-Yo creo que simplemente los fieles están con el mundo.

-¿Cree que están equivocadas las personas que dicen ser católicos y no siguen los valores de la Iglesia o la errada es laIglesia por no saber adaptarse a los cambios de la sociedad?

-Yo no sé si la Iglesia está bien o está mal respecto de su doctrina. Lo único que planteo es que las políticas de la Iglesia son para sus fieles, para quienes son católicos, para quienes son creyentes. Pero la Iglesia no puede tratar de imponer su código ético y sus conductas a todas las personas, creyéndose poseedora de la verdad en materia del bien y del mal. Creo que la Iglesia puede hacer todo lo que esté en sus manos para que sus fieles obedezcan sus políticas, pero no puede pretender imponer sus ideas a un 40 por ciento de la población chilena que no es católica.

La anhelada separación Iglesia-Estado

-En el fondo, lo que usted propone es que de una buena vez en Chile exista una separación entre Estado e Iglesia y que las políticas públicas no se adopten siguiendo sólo los valores católicos.

-Eso es lo que nosotros venimos pidiendo hace mucho tiempo. Y hay más de veinte situaciones que desmienten que en Chile exista una separación entre Iglesia y Estado. La Iglesia Católica no puede tener privilegios sobre otros credos porque en nuestro país la Constitución separa la Iglesia del Estado, por lo que el Gobierno debe ser neutral ante todas las religiones. Lamentablemente, en Chile aún no existe separación entre Iglesia y Estado.

-¿Qué privilegios se le dan actualmente a la Iglesia Católica?

-En este momento hay alrededor de 250 iglesias oficialmente inscritas en el ministerio de Justicia. Sin embargo, todos los capellanes de las Fuerzas Armadas son católicos [salvo en algunos casos donde también hay evangélicos]. Como es imposible que cada rama tenga 250 capellanes de todas las religiones porque eso sería un caos, lo lógico sería que no existiera ninguno. En Chile, por otra parte, en cuestiones protocolares la quinta autoridad es el arzobispo de Santiago y como no pueden haber representantes de todas las religiones, lo lógico también aquí sería que no haya ninguno.

-Existe todavía, asimismo, otro privilegio del que gozan los obispos, porque cuando están involucrados en un juicio no están obligados a ir a declarar. Yo me pregunto: ¿por qué esa diferencia con los mortales comunes y corrientes de este país? Y, por último, la Iglesia Católica también está favorecida por el decreto sobre enseñanza religiosa en los colegios, porque los colegios que se declaran de una determinada religión están obligados a dar clases sólo de esa religión, pero un colegio que se declara laico está obligado a dar clases de las religiones que pidan los apoderados, cuando lo lógico es que no se den clases de ninguna religión.

-Por otro lado, con todo el aprecio que me merece el general Cheyre, lo cierto es que a raíz de la tragedia de Antuco llevó una Virgen para que todos los conscriptos le recen, en circunstancias de que un 40 por ciento de los conscriptos son evangélicos y no creen en la Virgen.

La influencia de la Iglesia en el gobierno

-¿En temas valóricos también ve una influencia importante de la Iglesia?

-Por supuesto. Si en Chile ni siquiera se encara la discusión respecto del aborto... Aquí no se trata de propiciar el aborto, a pesar de que debería establecerse el aborto terapéutico. ¿Cómo vamos a permanecer impávidos en Chile frente a más de 30 mil abortos clandestinos al año? ¿Y eso por qué? Por la presión de la Iglesia Católica. Lo mismo pasa con la píldora del día después, cuya discusión se posterga por la fuerza de la Iglesia Católica.

-Sin embargo, estamos en un gobierno de la Concertación con un presidente agnóstico. Se podría pensar que la influencia de la Iglesia en este gobierno sería menor.
-Creo que el gobierno debe ser neutral con todas las religiones, independientemente de si el Primer Mandatario es católico o agnóstico. Ricardo Lagos se ha declarado agnóstico y Eduardo Frei es católico, pero eso no hace mayor diferencia, todos ellos deben cumplir con la Constitución y asegurar los mismos derechos a todas las religiones.

-¿Considera que este gobierno no ha mantenido una neutralidad en este campo?

-En este mismo Gobierno yo veo muchos elementos que prueban que no hay una separación real entre Iglesia y Estado. ¿Por qué tenemos que hacer un Tedeum en la Catedral Católica el 18 de septiembre. Si se habla de ecumenismo, ¿no sería lógico que cada año el Tedeum se hiciera en una iglesia distinta?

Los masones y los DD.HH.

-¿Usted cree que la todavía importante influencia de la Iglesia en las decisiones de gobierno se debe a que ella fue una de las principales defensoras de los Derechos Humanos en la época de la dictadura militar?

-Sobre eso hay mucho paño que cortar todavía. De ser así, eso implicaría que la Iglesia creó una especie de cuenta corriente a su favor y que por ello puede influir en las políticas públicas. Creo que moralmente eso sería impresentable. Creo que si hicieron algo a favor de los derechos humanos fue porque estaban sinceramente convencidos y no por crear esa cuenta corriente.

-La pregunta no es si ésa fue la intención de la Iglesia. Simplemente pregunto por una consecuencia positiva que pudo acarrearle el haber defendido los DDHH.

-Deberían actuar conforme a la ética. Sería igualmente impresentable.

-Muchos dicen que, por el contrario, la masonería no tuvo un papel importante o destacado en la defensa de los DD.HH.

-La masonería no es una gallina. La gallina pone huevos y los cacarea. Nosotros hacemos el bien porque creemos que hay que hacerlo. La historia de lo que hace la masonería va retrasada por lo menos 50 a 60 años porque por una disposición nuestra no pueden aparecer públicamente personas vivas que pertenezcan a la orden. Y como todavía existen personas vivas, la historia no puede ser escrita todavía. Yo le aseguro, sin embargo, que cuando la historia de la masonería se pueda escribir, allá por el año 2020, van a haber muchísimas sorpresas respecto de lo que hizo la masonería por los Derechos Humanos y que no tiene necesidad de cacarearlo.

13 octubre, 2005

MASONERIA
El Ayuntamiento de Barcelona interviene sobre las religiones e incluye la masonería
El Ayuntamiento de Barcelona sigue con su política de controlar la vida de las confesiones religiosas presentes en la ciudad e intervenir sobre ellas. Esto sucede mientras, en ámbitos como el educativo, promueve la exclusión de toda creencia que se manifieste públicamente...
13/10/2005:


Joan Miquel Corbí
Forumlibertas 5 de octubre

A través del Centro Interreligioso y con la colaboración del Centro Unesco de Cataluña, el Consistorio ha programado varios actos para el curso 2005-2006, mientras promueve la exclusión de las creencias en la escuela

El Ayuntamiento de Barcelona sigue con su política de controlar la vida de las confesiones religiosas presentes en la ciudad e intervenir sobre ellas. Esto sucede mientras, en ámbitos como el educativo, promueve la exclusión de toda creencia que se manifieste públicamente. No hay más que recordar, por ejemplo, la eliminación de letras de inspiración cristiana en villancicos utilizados en centros municipales, hace menos de un año, o la sustitución de los populares Belenes de figuras, con Jesús, José y María, por "paisajes de invierno". Ahora, a través de la Comisión Interreligiosa de la ciudad, el Consistorio que preside Joan Clos acaba de programar el curso 2005-2006 en el recientemente creado Centro Interreligioso de Barcelona, actividades para las que cuenta con la colaboración del Centro Unesco de Cataluña. Entre otros actos, se contempla una conferencia sobre la masonería (3 de abril) y una visita (24 de abril) a la Gran Logia de España, situada en la Ciudad Condal. Otros de los temas previstos son el hinduismo, el cristianismo católico, el cristianismo evangélico, el judaísmo, el Islam y el resto de grandes creencias. Por tanto, el Ayuntamiento barcelonés incluye en esta iniciativa a la masonería como una religión, bajo el título global de Cruce de religiones.

Esta sesión sobre la masonería está incluida en un programa que tiene su primera cita el próximo lunes 10 de octubre, con una conferencia del párroco de la iglesia barcelonesa del Carmen, Josep Maria Rierola, sobre el cristianismo católico. Para el día 24 del mismo mes, está prevista una visita al mismo templo. El 7 noviembre tendrá lugar la conferencia sobre judaísmo (también con visita unos días después, como en todos los casos), el 5 de diciembre será el día del Islam y así sucesivamente con las principales confesiones religiosas. Lo novedoso es, eso sí, la inclusión de la masonería, que es una organización humanista explícitamente no confesional y de carácter secreto y jerárquico. Históricamente, los masones han tenido en la Iglesia católica uno de sus grandes enemigos.
El Consistorio de la capital catalana aprobó, a finales de mayo, la creación de una Comisión Interreligiosa "que permita abordar el diálogo interreligioso y los retos de la libertad de conciencia religiosa". Pero se trata de un retorno a épocas pasadas, ya que la entidad reúne a representantes religiosos, pero está presidida por una administración civil. El mecanismo pretende crear una autoridad que controle las creencias de los ciudadanos, al más puro estilo del regalismo francés. En la presentación del curso, el Ayuntamiento dice que "ofrece un primer ciclo de presentación de las diversas religiones y creencias de los ciudadanos de Barcelona, con el fin de contribuir a un mejor conocimiento de cada tradición".

Por otro lado, el equipo de Joan Clos piensa "participar en las sesiones" del Parlamento Catalán de las Religiones, un organismo interreligioso que se ha creado como consecuencia de la celebración del Parlamento Mundial de las Religiones en el marco del Fòrum Universal de las Culturas Barcelona 2004, jornadas que tuvieron lugar en julio del año pasado. También tiene previsto "impulsar nuevos sistemas de formación e información para el conjunto de la ciudadanía, para los servicios públicos o privados y para las diferentes fes (creencias), con el objetivo de conseguir un mayor conocimiento y una óptima convivencia entre las diferentes expresiones de conciencia y religiosas".
Otro de los puntos de la iniciativa municipal, el Centro Interreligioso de Cataluña, prevé "impulsar grupos de mediación interreligiosa para hacer frente a los retos que tiene planteada nuestra sociedad y nuestra ciudad". Cabe recordar que las religiones, a través de sus Iglesias o las representaciones respectivas, se rigen socialmente bajo un estatuto especial, con normas y principios de actuación propios que, de acuerdo con el principio de separación con la administración civil, no pueden aceptar la intromisión de un representante municipal, autonómico o estatal. Una cosa es tener un servicio de información a las religiones y otra bien distinta, controlarlas.

Solidaridad.net
http://www.solidaridad.net/vernoticia.asp?noticia=3488

El contubernio masón o el protocolo de Sión
Enviado el Jueves 13 de octubre a las 09:31 horas por atlante

Guanche sin nombre writes "El cachondeo de los periodistas de este país es monumental. La habitual crónica de Jesús Cacho en El Mundo de esta semana comienza diciendo: “El problema del Estatut catalán que esta semana arribó a Madrid desde el oriente peninsular está…”. Para el lector apresurado la frase no deja de ser una construcción más o menos afortunada, acaso un purista de la palabra diría que no es adecuado el uso del verbo “arribar”, termino marinero que ha sido prestado a la aviación y que, al igual que su original latino, significa llegar una nave a la orilla. La sagacidad del lector debe fijarse en la doble intención de la palabra “oriente” pues, aunque Cataluña está al oriente de Madrid y por ende del resto de la península, el periodista omite escribirlo con mayúscula, evidentemente para vacile del personal entendido. Se refiere el autor al “Grande Oriente de España”, que en Cataluña tiene muchísima importancia en la vida política, sobre todo por la adscripción, histórica o presente, que muchos dirigentes de Esquerra Republicana han tenido en esta sociedad filosófica.







Durante esta semana también hemos tenido la oportunidad de leer en las noticias las declaraciones de un venerable maestro de una Logia de Nueva York que atribuía a Zapatero la condición de masón; noticia que se unía a las declaraciones de el historiador de La Cierva hizo la revista Alba, en el sentido de que el jefe del Gobierno de España y ocho ministros de su gobierno asumían esa tendencia ideológica.


La revelación de la adscripción del Presidente del Gobierno de España a la masonería enerva los ánimos de muchas personas; no podemos olvidar la terrible persecución que sufrieron los masones en Canarias durante la guerra civil; algún güimarero estuvo entre ellos; por ello causa sorpresa y una cierta sensación de desasosiego la constatación de una noticia de este calado. La masonería sigue teniendo entre nosotros una aureola de secretismo que la aleja de la ciudadanía común, lo que hoy se ha dado en llamar la sociedad civil; por ello no profundizaré en el asunto. Internet es una poderosa herramienta que puede ayudar al lector interesado a indagar. No obstante dejo a disposición del amable lector algunas claves que marquen el norte.


Cuando Zapatero afirmó el pasado día 6 en los desayunos de Europa Press que "la patria es la libertad, la convivencia, la justicia, la solidaridad y la igualdad", está expresando lo que se puede encontrar en al portal de cualquier Logia, se trata del sempiterno grito de la revolución francesa: libertad, igualdad y fraternidad; con lo cual quiero decir que las políticas que lleva a cabo el PSOE encajan perfectamente dentro de la ideología masónica; sea en una definición tan general como la dicha por el presidente del gobierno o sea en la adopción de políticas más concretas como las de la laicidad o la alianza de civilizaciones.


Por supuesto, hay otro camino menos interesante y carente de morbo aunque más práctico y rápido. Se trata de leer a los teóricos del socialismo moderno, a quién no le guste leer, puede obviarlo dándose una sesión de anuncios en la cadena Ser, mientras oye alguna de sus tertulias, allí también hay masones interesantes. Lamentablemente los socialistas católicos güimareros deberán leer la encíclica "Humanum senus" antes de hacer cualquier indagación, por imperativo canónico se entiende.
http://www.goymad.com/modules.php?name=News&file=article&sid=2134

12 octubre, 2005

Un acto contra la desmemoria


'Historia de la masonería cubana. Seis ensayos': El historiador Eduardo Torres-Cuevas sondea en su nuevo libro una zona vacía de la historiografía oficial.

por JAIRO RíOS, La Habana

Ha pasado ya un año desde que saliera a la venta el libro Historia de la masonería cubana. Seis ensayos. Descontando los silencios promocionales y de la crítica, sin los chovinismos y acercamientos simplistas que imponen las fatuidades de los días de feria en La Cabaña, deberá recordarse que el doctor Eduardo Torres-Cuevas ha puesto ante nuestros ojos una joya: la de una discreción nacional de más de dos siglos.

Este volumen, publicado en La Habana por la Editorial Imagen Contemporánea en el año 2004, contribuye realmente a llenar un vacío tenaz —perdón por la frase hecha—, que se cierne sobre esa zona de la historia cubana. Con estos ensayos, Torres-Cuevas sondea un tramo difícil de uno de los pocos espacios institucionales que han salido, si no ileso, al menos con más dignidad y soltura en la endemoniada barrida del régimen contra el pensamiento libre y la libertad de reunión.

En un breve balance del libro, puede adentrarse el lector en la interesante historia de los grupos masónicos en el siglo XIX, así como en el período de relación con la gesta independentista que asumió el pueblo cubano respecto al colonialismo español. También es meritoria su labor de hundir las manos en esa madeja que se ha tejido en torno a un tema tan escabroso: el secreto perpetuo, casi monolítico, el intimismo y las fidelidades con que la masonería se ha cubierto, así como las filigranas de algunas de sus interioridades, camino a una ¿posible? historia pública.

Hace un tiempo este autor fue coprotagonista de una polémica en torno a la idea de si José Martí fue o no masón. Su contrincante fue el ensayista Luis Toledo Sande, autor de una biografía del héroe cubano. En aquella ocasión, y en un predio tan inmejorable para el razonamiento baldío como el oficialista diario Granma, Torres-Cuevas se atrevió a insinuar en un principio y a enfatizar más adelante (en las fauces del blanqueamiento de la imagen martiana llevado a cabo por los medios oficiales) que el Apóstol dio sus pasos en la masonería en la misma península que lo hacía reo y paria a la vez, España.

El centro de la polémica no era la ubicación geográfica en sí de tal acontecimiento, sino el hecho mismo de su iniciación, puesta en dudas en cuanto foro marxista o ateo se haya celebrado en la Isla o allende los mares. La posibilidad de confirmar la iniciación masónica martiana se le da a Torres-Cuevas, al examinar la revista La Gran Logia, dirigida por Aurelio Miranda y Álvarez, a quien le ofreció la información un ex compañero de Martí. Es por ello que publica un artículo en dicha revista en septiembre de 1899, donde dice: "El Dr. Francisco Solano Ramos nos había ofrecido un artículo sobre la iniciación, en Madrid, en una logia del Gran Oriente Lusitano Unido, del hermano José Martí; pues él la presenció y fue quien propuso al ilustre cubano para ingresar en la institución".

Con este hallazgo, aun cuando no existan documentos más reveladores, se anuncia un dato importante sobre la figura del prócer de la independencia cubana. Pero Torres-Cuevas no paró ahí, ni pretendió aplastar con su erudición a nadie. Su investigación alcanzó a revelarnos los vínculos de Fermín Valdés Domínguez con aquel acto iniciático. Las cartas del compañero de luchas de Martí han servido también como uno de los testimonios más fieles en el asunto. De manera que visto así, en demostración de tanta seriedad investigativa, no asaltan ya las dudas del paso masónico de Martí.



Los más recientes defensores de un Martí galáctico, de factoría pedagógica castrista, suelen alegar la ausencia de documentos probatorios de tan sonada aseveración. Es cierto, el autor de estos ensayos lo acepta, pero sí tiene como prendas los testimonios de las sesiones de oratoria martiana ocurridas en esos centros de conspiración y luz. La verdad sigue aproximándose más a la hipótesis de Torres-Cuevas que a las negaciones de quienes han tomado a Martí como adalid de una dictadura totalitaria.

Una parte del camino

Hay en este libro otros aspectos de suma importancia, como son intentar una geografía lo más acertada posible de la masonería cubana en la primera mitad del siglo XX, y el ingenioso emerger de esta institución civilista en medio de la represión que hemos conocido durante los últimos cuarenta años.

¿Qué han hecho o no los masones durante la etapa que se menciona para que no hayan sido significativamente molestados por las hordas marxistas del ateísmo? ¿Esta antigua manifestación de sociedad civil no asusta ya al conservadurismo gobernante? ¿Dónde quedó la tradición conspirativa de tantos años?

Estos cuestionamientos no son aclarados en el libro. Quizás no se lo propuso el autor o no estaban a su alcance. Lo cierto es que ha dado pistas, ha allanado una parte del camino. No olvidemos que ha sido una editorial vinculada al sistema estatal del libro y la cultura la facilitadora de su publicación.

Torres-Cuevas ha prometido otro volumen más completo sobre el tema. Para entonces quizás su denodado esfuerzo por historiar la masonería cubana no quede en los seis ensayos del actual subtítulo. Esperemos que la oscura y omnipresente mano de la pacatería y la censura no se pose sobre su audacia investigativa. La masonería no sólo nos legó una sólida postura ética, pluralista y dialogante en muchos campos de la vida nacional. En sus salones maduró la idea de una patria libre. En ellos creció buena parte de nuestra historia.

En la última Feria Internacional del Libro, esta excelente propuesta de uno de los historiadores más renombrados del momento (y otras de la magnífica editorial en que se ha convertido Imagen Contemporánea), fue engullida sin piedad por las tantas actividades relacionadas con la politiquería del régimen. Aun así, fue uno de los títulos más esperados y buscados en La Cabaña y luego en las otras ciudades del interior del país. Aunque los reseñistas de la revistería nacional no lo hayan advertido aún. La filosofía de la desmemoria anda siempre con pies ligeros.