09 diciembre, 2006

Internet abre las puertas para acceder a las logias

Los candidatos pasan un largo proceso de admisión, que incluye hasta una votación con bolas blancas y negras
M. F. A./GIJÓN

En el pasado era más complejo llegar a formar parte de una logia, pero en la actualidad internet ha abierto las puertas a este mundo rodeado de ocultismo y misterio en España, pero que, sin embargo, es mucho más abierto en otros países. De hecho, como relata un miembro de la Gran Logia de España, en otras naciones el hecho de ser masón se incluye en los currículos. El caso es que si bien antes el proceso de comunicación era más lento y tedioso, ahora un correo electrónico puede servir para iniciar el proceso, aunque luego no todos lleguen a concretar su incorporación.

Una vez establecida la conexión, el sistema de admisión puede variar en función de las diferentes obediencias, pero en términos generales sigue un patrón similar al que relatan desde el Gran Oriente de Francia. Deben los aspirantes a hermanos remitir una carta explicando sus motivos y, con esa petición formal, la logia permite que se inicie el proceso de entrada. Tienen que pasar tres aplomaciones, que no es otra cosa que verse con tres masones. Si pasa la prueba, pasa a visitar la logia en lo que se denomina un pase bajo venda, es decir, con los ojos tapados. Luego llegará la votación secreta de los hermanos a través de bolas blancas y negras. Por norma, la negra sirve para vetar al candidato. En ocasiones, el venerable, que es quien ostenta el máximo poder en la logia, puede pedir que quien vote en contra explique sus razones si desea hacerlo y puede llegar a cambiar de opinión.

Si se acepta, antes de ser hermano ha de pasar unas pruebas de iniciación, otra vez con los ojos vendados, consistentes en una serie de dramatizaciones o viajes simbólicos con el aire, el fuego y la tierra como protagonista. Llega después la promesa o el juramento de fidelidad a la Logia. Una vez dentro, faltan algunos detalles. Los derechos de entrada rondan los 120 uros en este taller gijonés y el precio a pagar al mes se sitúa en treinta. Hay rechazos entre los aspirantes, entre otras razones porque muchas personas buscan compañía, una guía espiritual... Esperan algo distinto de lo que la masonería ofrece a los hermanos.


Fuente:

http://www.elcomerciodigital.com/prensa/20061207/sociedad/internet-abre-puertas-para_20061207.html