20 mayo, 2006

El mito de la caverna

Textos de Platón

(República, VII)

El libro VII de la República comienza con la exposición del conocido mito de la caverna, que utiliza Platón como explicación alegórica de la situación en la que se encuentra el hombre respecto al conocimiento, según la teoría explicada al final del libro VI.

I - Y a continuación -seguí-, compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza.

Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver b la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas.

-Ya lo veo-dijo.

-Pues bien, ve ahora, a lo largo de esa paredilla, unos hombres que transportan toda clase de objetos, cuya altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombres o animales hechas de piedra y de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es natural, unos que vayan hablando y otros que estén callados.

-¡Qué extraña escena describes-dijo-y qué extraños prisioneros!

-Iguales que nosotros-dije-, porque en primer lugar, ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos?

-¿Cómo--dijo-, si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas?

-¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo mismo?

-¿Qué otra cosa van a ver?

-Y si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose a aquellas sombras que veían pasar ante ellos?

-Forzosamente.

-¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez que hablara alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la sombra que veían pasar?

-No, ¡por Zeus!- dijo.

-Entonces no hay duda-dije yo-de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos fabricados.

-Es enteramente forzoso-dijo.

-Examina, pues--dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia, y si, conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera d alguien que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba?

-Mucho más-dijo.

II. -Y si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía, volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría qué éstos, son realmente más claros que los que le muestra .?

-Así es -dijo.

-Y si se lo llevaran de allí a la fuerza--dije-, obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado, y que, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas?

-No, no sería capaz-dijo-, al menos por el momento.

-Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería más fácilmente serían, ante todo, las sombras; luego, las imágenes de hombres y de otros objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos mismos. Y después de esto le sería más fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su vista en la luz de las estrellas y la luna, que el ver de día el sol y lo que le es propio.

-¿Cómo no?

-Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que. él estaría en condiciones de mirar y contemplar.

-Necesariamente--dijo.

-Y después de esto, colegiría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible, y que es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos veían.

-Es evidente--dijo-que después de aquello vendría a pensar en eso otro.

-¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les compadecería a ellos?

-Efectivamente.

-Y si hubiese habido entre ellos algunos honores o alabanzas o recompensas que concedieran los unos a aquellos otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás o junto con otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder, ¿crees que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de honores y poderes entre aquellos, o bien que le ocurriría lo de Homero, es decir, que preferiría decididamente "trabajar la tierra al servicio de otro hombre sin patrimonio" o sufrir cualquier otro destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable?

-Eso es lo que creo yo-dijo -: que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida.

-Ahora fíjate en esto-dije-: si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas, como a quien deja súbitamente la luz del sol?

-Ciertamente-dijo.

-Y si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado todavía los ojos, ve con dificultad -y no sería muy corto el tiempo que necesitara para acostumbrarse-, ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante ascensión? ¿Y no matarían; si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien intentara desatarles y hacerles subir?.

-Claro que sí-dijo.

III. -Pues bien- dije-, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh amigo Glaucón!, a lo que se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la vivienda-prisión, y la luz del fuego que hay en ella, con el poder del. sol. En cuanto a la subida al mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la. región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas conocer, y que sólo la divinidad sabe si por acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas; que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.

-También yo estoy de acuerdo -dijo-, en el grado en que puedo estarlo.
Según la versión de J.M. Pabón y M. Fernández Galiano, Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1981 (3ª edición).

Fuente:
http://www.webdianoia.com/platon/textos/platon_caverna.htm

Orden del Temple

Entrevista a Fr.+ Joseph de Juan y Buixeda,
Gran Prior de España de la OSMTJ

El estreno del Código Da Vinci no puede eclipsar que setecientos años después de su "desaparición" la Orden del Temple
sigue más viva que nunca


La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, más conocida por la Orden del Temple, sigue siendo motivo de interés para mucha gente en la actualidad. Prueba de ello el gran número de libros que sobre ella se escriben, las miles de páginas que sobre el Temple pueden encontrarse en internet o el creciente interés de muchas personas que se agrupan en asociaciones de todo tipo que se autodenominan templarias. Esta Orden de Caballería medieval sigue atrayendo a muchos después de tantos siglos desde su fundación.

Es innegable el peso y la trascendencia político, social y religiosa que tuvo la Orden del Temple en el mundo cristiano durante la Edad Media. En poco menos de doscientos años se convirtió en una Orden tan poderosa que fue temida y respetada por los soberanos cristianos. Lo que dio pie a envidias que dieron lugar a que el Rey francés Felipe el Hermoso idease un complot, junto al Papa Clemente V, para acabar con ella y apropiarse de sus riquezas.

Después de su supuesta desaparición, la Orden del Temple sigue viva. En nuestro país, el Gran Priorato de España – Priorato Magistral de la Orden Soberana y Militar del Temple de Jerusalem (OSMTJ) lleva a cabo con frecuencia investiduras de nuevos caballeros y damas en diversas provincias españolas, posee representaciones –Bailías, Encomiendas, Tercias y Casas- prácticamente en todas las capitales de España y celebra con regularidad todo tipo de actividades como visitas a los diferentes castillos templarios repartidos por la geografía española, conferencias, cursos, jornadas de convivencia, investiduras, etc.

En el año 2007 España se convertirá en referente internacional de la Orden del Temple al llevarse a cabo en Granada una reunión e investidura internacional. En la reunión del ejecutivo de la Asociación de Caballeros Templarios, que aglutina a todos los Prioratos de la OSMTJ repartidos por el mundo, es previsible que se pida formalmente al Vaticano la revisión del proceso contra la Orden del Temple tras la publicación del Pergamino de Chinon por el propio Vaticano donde el Papa Clemente exculpa a los templarios de toda culpa y achaca lo sucedido al Rey de Francia, reunión y petición que curiosamente coincide con el setecientos aniversario de las detenciones de templarios en Francia siguiendo las instrucciones del Rey Felipe El Hermoso.

La difusión internacional de la película El Código Da Vinci puede distorsionar, bien sea por los argumentos de sus defensores como de sus detractores, la realidad del Temple en el Siglo XXI. Por lo que para afrontar la polémica que surgirá durante los próximos meses, el Gran Priorato de España ha de posicionarse y exponer públicamente sus criterios, opiniones y realidades de una forma directa y no por otros intermediarios interesados.

Y nada mejor para saber más de la Orden del Temple en la actualidad que entrevistar al Gran Prior de en España, Fr. Joseph de Juan i Buixeda.

Fr.+ Joseph de Juan i Buixeda
Gran Prior de España


PREGUNTA Señor Juan, desde siempre hemos leído que la Orden del Temple desapareció por decisión unilateral del Papa Clemente V en el año 1312. Por ello la primera pregunta que se hacen los lectores es ¿Cómo es posible que Uds. se denominen Gran Priorato de España de la Orden Soberana y Militar del Temple de Jerusalem?

La Orden del Temple no desapareció como pretendían sus verdugos en la Edad Media. Existe una línea jerárquica parcialmente documentada que nos lleva hasta Jacques de Molay, el último Maestre medieval y que conduce hasta la actualidad en que ostenta la representación mundial de la misma el actual Maestre Excmo. Sr. Fernando de Sousa Fontes. Esa continuidad no fue fácil en los primeros siglos después del holocausto pero reaparece públicamente a principios del S XVIII con Luis Felipe de Orleáns en Francia. Por tanto no es que nos denominemos Orden Soberana y Militar del Temple de Jerusalem, es que lo somos.

P. Entonces ¿Cómo ha conseguido sobrevivir hasta nuestros días la Orden del Temple? ¿Se siguen conservando las mismas costumbres de antaño?

Como decía, los primeros siglos a partir del S XIII debieron de ser muy duros y la Orden sobrevivió en la sombra, pero contribuyendo al desarrollo de la cultura y la civilización, a través de los gremios manufactureros medievales, canteros, maestros constructores, artistas, etc. Fue a partir del S XVIII en que vuelve a salir a la luz en que logra reconocimientos oficiales en diversos países y puede empezar a trabajar públicamente. Los miembros se reúnen periódicamente en privado siguiendo las pautas de los hermanos antiguos con la lógica adaptación a la actualidad. No somos monjes ni soldados al menos de hecho, ni dependemos de ninguna iglesia aunque seamos cristianos. Estas son las premisas que marcan la adaptación de las costumbres. Somos hombres y mujeres de buena fe que creen que los antiguos ideales pueden llevarse a cabo y trabajan, trabajamos para conseguir una sociedad mejor.

P. ¿Tienen buenas relaciones con la Iglesia Católica? ¿Les ha dado la Iglesia algún tipo de explicación sobre la decisión tomada por el Papa Clemente V? ¿Es verdad que están llevando Uds. conversaciones secretas con el Vaticano para que la Orden del Temple vuelva a ser reconocida por Roma?

Naturalmente tenemos no buena, sino excelente relación con los representantes de la Iglesia Católica, así como con otras iglesias Cristianas. Dado que la Orden se define como cristiana y ecuménica, en la actualidad no es importante pensar en lo que sucedió en el pasado, aunque lo tengamos siempre presente, preferimos trabajar para el futuro. Tampoco se pretende ni se cree necesario lograr un reconocimiento explícito del Vaticano ya que eso, lejos de ser un aliciente, podría representar una limitación. No somos una orden monástica dependiente de una prelatura vaticana, la Orden es Soberana por definición y trabaja libremente, eso sí, intentando mantener los ideales de los monjes soldados de antaño.

Aunque es cierto que la publicación en la página Web del Vaticano de un documento guardado celosamente hasta hace poco de sus Archivos Secretos donde el Papa Clemente V exculpa a los templarios de las acusaciones de las que fueron objeto en aquel momento, abre las puertas a una revisión del proceso y a una rehabilitación pública de la Orden.

P. Y bien ¿Qué diferencias hay entre la Orden del Temple inicial y la OSMTJ? ¿Y entre el templario de la Edad Media y el del Siglo XXI?

Básicamente es una cuestión de entorno social. La sociedad medieval era una y tenía unas expectativas y en general unas corrientes de actuación que hoy son distintas. Los estados medievales de religión, nobleza y plebe son hoy por hoy distintos. Pero no olvidemos que la Orden medieval aglutinaba a dos de ellos. Actualmente la nobleza es de corazón, la religiosidad se lleva dentro y el trabajo lo es inmerso en la sociedad. Pero se procura que aunque no se lleven signos externos evidentes de la pertenencia a la Orden, esa evidencia lo sea en las actuaciones tanto personales como colectivas y que ese carácter “templario” esté siempre presente en nuestras actuaciones cotidianas.

P. ¿Cuáles son las actividades que llevan a cabo los templarios y la Orden Soberana y Militar del Temple de Jerusalem hoy en día?

De tipo cultural como conferencias sobre historia, sociedad, heráldica, etc., de formación para los miembros, tanto humana, moral, ciudadana e incluso profesional en algunos casos. Se promueven restauraciones de antiguas construcciones con alto interés histórico, se investigan antiguas vías de comunicación y en general se estudian los movimientos sociales a lo largo de la historia.

Se promueven campos de trabajo y en una vertiente más íntima, se realizan encuentros privados de los miembros, investiduras de postulantes y como no, encuentros de hermandad, retiros, viajes, etc.

P. Señor Juan ¿Hay muchos templarios en el mundo? ¿Y en España?

Hay efectivamente muchos templarios en el mundo y una parte de ellos están en España. Aquí quiero recalcar que para la Orden no es tan importante el número de sus miembros como las cualidades personales de los mismos.

P. ¿Cuál es el proceso para hacerse templario? ¿Dónde hay que dirigirse? ¿Qué de cierto hay sobre los rituales de iniciación que Uds. llevan a cabo? ¿Cómo es entonces la ceremonia de ingreso en la OSMTJ?

El proceso de ingreso es un camino personal que hay que recorrer indefectiblemente. Se inicia cuando un postulante solicita ser escuchado para pedir el ingreso y el Preceptor lo entrevista. Después, todos los pasos están estructurados para que al final, visto el informe del mencionado Preceptor y con el visto bueno del Prior, el Consejo Prioral admite su iniciación. No todos los que inician este camino lo terminan con la aceptación, así es ahora como lo fue antaño. No todos los que quieren el manto blanco lo podrán tener y los que tienen prisa se descartan ellos solos.

Sobre la ceremonia que se realiza de aceptación, únicamente comentar que una de las partes, la final es pública y libre. El resto se corresponde con la antigua ceremonia medieval, de la que todos hemos leído y fabulado mucho y que es privada y por tanto discreta. Pretende como antaño que ese manto blanco como signo externo sea únicamente un fiel reflejo del corazón del templario. La persona abandona las cosas mundanas (filosóficamente) y se convierte en un ser nuevo y mejor pero solamente porque la semilla de ese ser ya anidaba en su corazón. En definitiva es la misma filosofía que en las aceptaciones de las órdenes religiosas dependientes de la Iglesia.

P. Tienen unas de las Web templarias mas visitadas y con más peso internacionalmente, www.osmtj.org. ¿Cuál es el objetivo de esa página? ¿Qué pretende el Gran Priorato de España con ella?

La Orden no hace proselitismo. Pero ello no quiere decir que tenga que esconderse. Y una buena forma de dar a conocer cuanto se hace es internet. Con sus ventajas e inconvenientes en una forma actual de informar que cada vez cobra más auge.

P. ¿Es cierto que reciben una media de 20.000 visitas mensuales a su web? ¿Qué tipo de personas suelen ponerse en contacto con Uds.? ¿Qué tipo de personas son las que desean ingresar en la Orden del Temple?

Si, ciertamente son muy numerosas las visitas que se realizan a nuestra Web Oficial www.osmtj.org. Algunos de los visitantes virtuales piden más información, otros son simplemente curiosos, otros quieren profundizar. Cada cual tiene sus intereses y los canaliza según sus aptitudes y posibilidades. Los hay que están equivocados buscando en la Orden oscurantismo, ciencias ocultas o “magia”, estos están descartados inicialmente ya que es evidente que se equivocan de lugar. El verdadero buscador del “sí mismo”, el que quiere trabajar para mejorar la sociedad, ese es el perfil de la persona que con toda probabilidad iniciará el camino hacia el blanco manto de la pureza de corazón y del conocimiento antiguo .

P. Señor Juan ¿Cómo están organizados en España? ¿Tienen representación en todas las comunidades autónomas?

El Gran Priorato de España está organizado en Bailias, Encomiendas, Tercias y Casas repartidas por todo el territorio nacional, tenemos representación en toda España.

P. Con la difusión internacional de la película El Código Da Vinci la Orden del Temple será de nuevo actualidad ¿Cuál es la postura oficial del Gran Priorato de España?

En los últimos tiempos proliferan las películas, libros de información y novelas tanto sobre la Orden del Temple como sobre los cimientos de la fe o del entorno de la Judea del inicio de la era cristiana. Entendemos que es un buen momento para fijar nuestra postura para que el público tenga de primera mano nuestra opinión y no por medio de terceros que puedan desvirtuarla. A tal efecto se mantienen contactos con la Secretaría Internacional de la Orden y con diversos prioratos para hacer llegar al público nuestro posicionamiento.

Por tanto podemos decir que la Orden Soberana y Militar del Temple de Jerusalem es Cristiana y propugna el contenido de cuanto en relación al ecumenismo propugna el Concilio Vaticano II de la Iglesia Católica, en unión con las iglesias cristianas.

De la misma forma que mantenemos que Cristo, sea hombre, Dios o un compendio filosófico de los dos elementos es la cabeza de nuestra fe; siendo la Cruz el símbolo de la misma.

P. A rebufo de la novela y película de El Código Da Vinci han salido a la luz pública una serie de manuscritos que ponen en tela de juicio la versión que nos ofrecen las Sagradas Escrituras. ¿Qué opina de ellos?

En tanto no haya documentación fehaciente que acredite lo contrario, nos atenemos a las Sagradas Escrituras para la evaluación de los hechos que en las mismas se relatan; siendo que, de haber documentación encontrada lo suficientemente solvente y sobre todo estudiada y verificada como valida por investigadores, no habría inconveniente en revisar las mismas.

Una cosa está clara y es que a pesar de cuanto pueda encontrarse o sobrevenir sobre los hechos ocurridos hace ahora más de 2000 años, nada de ello hará tambalear nuestra creencia ni hacer que dejemos de considerar la Cruz como símbolo de salvación, ya que la misma procede, incluso de religiones más antiguas y de las que el Cristianismo tomó parcialmente modelo.

La revisión de los hechos en torno a si pudo o no María Magdalena tener relación con la dinastía merovingia, la posible intervención de Jesús de Nazaret en la misma y el entorno novelesco generado en relación a todo ello, no dejan de ser especulaciones sin base científica, que en cualquier caso no han sido justificados salvo por medios novelescos y que si en su caso lo fueran, tampoco afectarían al pensamiento filosófico de la Orden ni a la creencia que propugnamos.

P. Y para terminar esta entrevista, señor Juan ¿Cuál cree Ud. que es el papel del Temple hoy en día? ¿Qué puede aportar a la sociedad, al mundo actual la Orden del Temple?

Bien, está es la pregunta clave y la base de nuestra actuación. Pretendemos mejorarnos nosotros mismos porque así se mejora la sociedad. En tanto se influya en la misma, las actuaciones serán más coherentes y lograremos mejorar, día a día, este mundo en que nos ha tocado vivir y que tanto precisa de los valores que preconizamos y que han substituido desde el inicio de la Orden en 1.118. La búsqueda del Grial interior o del Jerusalem celeste no son más que formas de expresar ese deseo de superación.

Fuente:
http://www.osmtj.org/

19 mayo, 2006

FANATISMO NACIONALISTA

El fanatismo es lo contrario del ideal del imperio de la razón, es decir del discurso racional, universal, y sin presupuesto sobre lo verdadero y falso, lo bueno y lo malo.

A menudo nos encontramos con fundamentalistas, que niegan todo discurso, fanáticos con los que no se puede dialogar. Son personas que con lo que ellos consideran sagrado, no se puede negociar.
El término “fanatismo” se utilizó de forma despreciativa, desde el siglo XVII, para aplicarlos a actitudes fundamentalistas, que escapaban del discurso universal. Los católicos lo emplearon contra los protestantes, los protestantes ortodoxos contra los utopistas, los de “la ilustración” contra toda forma de fe revelada. El Islam pasaba a ser la forma de fe revelada más resistente a la transformación en religión “natural”, es definitiva, el prototipo de fanatismo.
Cuando una cultura o una civilización rompe de manera rotunda con sus orígenes provoca un fundamentalismo radical, y es una constante histórica en toda Europa. Las personas de convicciones radicales miran al pasado, y lo vinculan de forma doctrinal a un pasado mítico. El movimiento migratorio de personas de una región a otra, de un país a otro, de culturas distintas, es un agente de cambio imponderable. Si a ello le sumamos todos los agentes de cambios subyacentes en toda sociedad, las mezclas de culturas es cada vez mayor. Además, los agentes de cambio actuales, actúan cada vez con mayor velocidad y de forma global. Es difícil recuperar un pasado obsoleto, detener el tiempo, e integrar a los emigrantes en un modelo de sociedad inexistente. Integrar no es imponer una lengua y una forma de hacer, de pensar y de sentir. Integrar es gestionar la diversidad.
Los fenómenos migratorios dentro España, ha sido una constante histórica. A finales del siglo XIX, Madrid era, como ahora, una ciudad donde la mayor parte de sus habitantes habían nacido fuera de Madrid. Sin mencionar la emigración durante la primera mitad del siglo XX, hacia el continente americano de vascos, cántabros, asturianos, gallegos y catalanes. Pero es la inmigración masiva de los años sesenta, como consecuencia de la nueva distribución poblacional hacia las grandes urbes como Madrid y hacia zonas de Levante y Cataluña y País Vasco, de los habitantes de las zonas más deprimidas de España de entonces, como Galicia, Extremadura o Andalucía, la que ha conformado una nueva estructura social no homogénea, y que está en proceso de homogenización. En química, homogeneizar significa transformar en homogéneo, por medios físicos o químicos, un compuesto o mezcla de elementos diversos. La homogeneización cultural es un hecho, pero no sólo por los fenómenos derivados de la inmigración interna, sino además, y yo diría que en mayor medida, por los efectos globalizadores actuales.
La emigración actual en España tiene varios orígenes, uno son los emigrantes latinoamericanos, cuyo conocimiento de la lengua es alto, su nivel de formación es bajo, y su nivel de integración en la cultura española es aceptable, otro los emigrantes de países del este cuyo conocimiento de la lengua es bajo, su nivel de formación y de integración es aceptable, y otros los magrebíes y subsaharianos donde el nivel de la lengua, de formación y de integración es muy bajo.
Se estima que en el año 2050 Europa habrá disminuido su población un 12%, o sea 44 millones de personas. Y se supone que si Europa quiere mantener el mismo nivel de bienestar social y económico deberá incorporar en los próximos 50 años 44 millones de inmigrantes.
En 1997 el 50 % de los emigrantes procedían de Europa del Este, y el 17 % de los países del Magreb. El país con mas extranjeros es Alemania con 82 millones de habitantes y 7,3 millones de inmigrantes (9% de la población) . En Francia con 56,6 mill. de hab., y Reino Unido con 58 mill. de hab. tienen el 3,5 % de la población inmigrante. Todo ello sin contar los extranjeros e hijos de extranjeros que se han nacionalizado. En España en 1998 (39,3 mill.de hab.) teníamos el 2,5 % de inmigrantes. Hasta el 2004 las cifras han crecido exponencialmente.
Si a los efectos de la migración interna de los años sesenta, le añadimos los efectos de la migración exterior actual, que no han hecho mas que empezar, nos obligará a elaborar un proyecto de Sociedad que no tiene nada que ver con el pasado.
Hay que reconocer que uno de los principales enemigos del fanático nacionalista es el miembro normal de la sociedad, completamente inmunizado, que se orienta ante la realidad por pautas convencionales de racionabilidad y que se mueve en un mundo cambiante con aparente facilidad y comodidad, que varían según sus intereses prácticos. Pero el mayor enemigo del fanático nacionalista es él mismo. La vinculación fanática a determinadas causas radicales va acompañadas de problemas emocionales hondamente arraigados. La particular estructura psicológica de motivaciones y actitudes que conduce hacia el radicalismo fanático es identificada como el tipo de personalidad autoritaria. La doctrina del nacionalista radical está fundamentada en la raza, la herencia cultural o una combinación de ambas. Y ligadas a ella encontramos actitudes de superpatriotismo y la creencia en la superioridad del propio grupo étnico o cultural.
El nacionalsocialismo fue una enseñanza respecto al destino que espera todo fundamentalismo que alcanza el poder político. Paradójicamente, fueron precisamente los nacionalsocialistas los que eliminaron la antigua escritura germánica y la sustituyeron por la latina, usual en el resto de Europa, de forma que hoy los niños ya no saben leer las cartas de juventud de sus abuelos.

Festina Lente

Año 2005


18 mayo, 2006

LAICIDAD Y MASONERÍA

¿Qué tiene que ver en realidad la idea de laicidad con el método masónico como método de construcción personal? ¿No se trata en realidad de un concepto de orden político ajeno por lo tanto a la metáfora masónica? No es en realidad la laicidad una bandera política entre otras, respecto de la cual la Masonería como institución no tiene más que quedar al margen?.

Creo que podemos descubrir con un pequeño esfuerzo hermenéutico que hay un entendimiento de la laicidad que emparenta este concepto con la función mediadora propia del método masónico. Hay algo en la laicidad tal y como venimos a proponerla, un hilo conductor que la engarza simbólicamente con el dios Hermes, dios de las encrucijadas y caminos, del diálogo y del comercio, del intercambio y la mediación. Según esta tesis la laicidad no es sino una simple trasposición al ámbito de la Civitas de los mismos mecanismos de comunicación y sociabilidad que rigen en el seno de la Logia.
El principio de mediación forma parte de la masonería constitucionalmente y el mismo se puede deducir de las mismas Constituciones de Anderson cuando en la sociedad fragmentada y traumatizada por los conflictos religiosos y políticos de la época propone la idea de la Logia como Centro de la Unión entre personas que de no ser por la masonería nunca se hubieran conocido, reconociéndose colectivamente en aquella religión de la buena voluntad y las buenas obras en la que todos los hombres están de acuerdo dejando para cada uno sus opiniones particulares. En ese momento Anderson está estableciendo un principio de mediación que pude proclamarse como principio general, según el cual cuando se produce una situación de desencuentro o de comunicación antagonista el principio masónico propone «ir mas allá» de los términos en los que se produce ese desencuentro o ese antagonismo y construir un nuevo marco de referencia en el que las partes puedan reconocerse. Cuanclo los mundos simbólicos y de sentido en presencia colisionan es preciso realizar una metáfora común que permita compartir un nuevo lenguaje, en el cual y sin perjuicio de que cada uno pueda mantener fidelidad a su viejo lenguaje se dé sin embargo la posibilidad de una acción comunicativa. Según la fórmula de Anderson esa experiencia de comunicación si se vive genuinamente tiene por sí misma capacidad para transformar a todos los que participan en la comunicación. Cuando la comunicación tiene la intensidad necesaria puede provocar un verdadero efecto de "fusión de horizontes", transformando así la prospectiva con la que cada uno de los comunicantes consideraba anteriormente su propia posición en la comunicación y por ende la de las demás partes ¿Cómo puede ser que la palabra tenga esa virtualidad?. La Logia puede tener esa capacidad porque es un lugar de encuentro y encontrarnos, de verdad, con otros seres humanos es una experiencia que no nos deja indiferentes sino que está grávida de consecuencias. Puede aplicarse al encuentro en Logia y a la comunicación que puede surgir en su seno el mismo lúcido y asombrado razonamiento que le dedica Theodore Zeldin a la experiencia de la conversación como una aventura en la que juntos los seres humanos nos preparamos para hacer del mundo un lugar menos amargo: «La cosa parece imposible en tanto que creemos que el mundo está gobernado por fuerzas económicas y políticas irresistibles, que los seres humanos no somos en última instancia sino animales, que la historia no es más que una larga lucha por la supervivencia y supremacía. Si todo fuera así, no podríamos cambiar gran cosa pero yo veo el mundo de otra forma; para mí, está constituido de individuos en busca de un compañero, de un amante, de un gurú, de un dios. Los sucesos más importantes, aquellos que cambian la vida, son los encuentros entre los individuos. Algunos se decepcionan, renuncian a buscar y, se vuelven cínicos. Pero otros continúan su búsqueda de nuevos encuentros».
La Logia y el método masónico con sus rituales, sus compromisos de reserva y privacidad, su pacto de tolerancia... todo lo que constituye la peculiaridad de la sociabilidad masónica está orientado a crear un lugar de encuentro propicio entre personas que de no ser por la masonería se hubieran ignorado, personas que no son en realidad espontáneamente afines, que no participan necesariamente de una misma visión de la vida, ni de una religión común o de un compromiso político idéntico, quizá tampoco tengan una común identidad generacional o social, y sin embargo esas personas llegan a tratarse con confianza y a escucharse con respeto. No se trata de un simple lugar físico, aunque el encuentro se escenifique regularmente en el lugar donde radica la Logia, el espacio de encuentro que la Logia representa es un lugar moral que tiende a reproducirse en la vida de cada uno de nosotros como un marco de relación siempre posible, como un hábito mental que nos lleva a actuar en clave de fratría, ensayando siempre que nos es posible el mismo método de comunicación cooperativa. ¿Cuál es la fórmula para que eso sea posible y no termine necesariamente en un galimatías? (aunque a veces puede terminar así). Ahí entra en acción el principio masónico: Dada una situación en términos de comunicación antagónica o de desencuentro sólo cabe reconstruir la comunicación y hacer posible un reencuentro sin excluir a ninguna de las partes si es posible crear un metalenguaje que se coloque más allá de los términos dados.
En las Constituciones de Anderson ese metalenguaje es precisamente la metáfora constructiva.
La metáfora masónica de la construcción es el lenguaje que hizo y sigue haciendo posible representar los ejes esenciales de la vida humana, tanto social como colectiva como una matriz de sentido compartible por todos aquellos que al menos tienen en común el impulso constructivo. Se trata de una metáfora feliz que simpatiza con una gran cantidad de seres humanos, que, de una manera u otra, poseen germinalrnente ese impulso constructivo. No es casualidad que la metáfora de la construcción goce cultural y psicológicamente de una pregnancia intensa, de una simpatía espontánea. El hombre es un ser constructivo.

LA LAICIDAD COMO DISCURSO DE LA CIUDADANÍA

En el ámbito de la Civitas las cosas no se plantean desde luego de la misma manera que en la Logia, los desacuerdos y antagonismos tienen una magnitud y una intensidad muy diferente, la sociabilidad política no es un pacto espontáneo y libremente escogido sino que es una circunstancia vital que nos viene impuesta, pero aún así y más allá de todas esas diferencias hay una trasposición posible entre la acción comunicativa en el seno de la Logia y esa misma acción en el ámbito de la sociedad política. Esa trasposición tiene por mi parte un carácter especulativo, pero explica por otro lado la histórica vinculación de la Masonería en todos los países latinos con el concepto de laicidad y da a esa explicación un sentido también simbólico.
La laicidad tiene, no es otra cosa, que la propuesta de la ciudadanía como marco de relación exclusivo en todo lo referente ala organización del poder político y hacer así de la amistad civil que nace de esa conciudadanía el lazo de fraternidad que sostiene la libertad y la igualdad. La laicidad es la voluntad de construir un lenguaje en el cual nos podamos entender políticamente, supone la necesidad de separar el lenguaje político de los otros, supone el esfuerzo de definir antes de empezar a hablar de un marco de diálogo para todos.
Entre nosotros siempre se ha identificado el laicismo con una posición clásica de anticlericalismo y fobia a «lo sagrado» quizá por el enorme peso social y político que las posiciones clericales y teocráticas han tenido en nuestra historia, pero llegado este tiempo «post-moderno» entiendo que es preciso recuperar el sentido primigenio del laicismo como regla convivencial, depurándolo de connotaciones doctrinarias legítimas pero conceptualmente ajenas al mismo, en línea con lo que dice Salvador Pániker: «La idea de un mundo profano, de un cosmos desacralizado, "desmusicalizado", es un invento reciente -e ilusorio- del espíritu humano; es el gran equívoco de la tan traída y llevada modernidad. Bien está que el aparato estatal se haga laico, que se genere una ética civil y que la enseñanza se emancipe de las iglesias. Pero eso en nada tiene que ver con el supuesto "desencantamiento" del mundo (...). Es precisamente el logos, y no el mito, el que nos devuelve a una realidad infinitamente misteriosa, velada, terrible y fascinante».
El concepto de laicidad como idea política y constitucional y su correspondiente denominación laicismo para señalar al partidario de la laicidad tiene efectivamente su origen en Francia, y en algunas de sus formulaciones está muy condicionado por su origen francés, por sus antecedentes históricos con más o menos fundamento enraizados en la Revolución Francesa, por su desarrollo en el marco del debate entre clericales y anticlericales en el contexto político del siglo XIX bajo la constitución de la III República. Esta connotación tan francesa no afecta a mi juicio al núcleo esencial de la idea de la que pueden encontrarse ecos otras tradiciones jurídicas o en el famoso debate entre liberales y comunitaristas protagonizado por autores como Rawls y su famosa «posición original» y sus críticos Sandel, Maclntyre. Sólo los aspectos más adjetivos del debate pueden reducirse al escenario francés, aspectos del concepto en los que muchas veces se contunden cosas muy dispares haciendo de él algo heteróclito e inútil y además difícil de proyectar al marco del derecho y de las instituciones de la Unión Europea. Creo por ello que es imprescindible rescatar el núcleo eficiente de laicidad, aquello que lo hace valioso y nos permite reconsiderar los fundamentos de todo lo político liberándolo de aquellas adherencias que perjudican la claridad conceptual del mismo.
A mi juicio la verdadera virtualidad de la laicidad no se reduce a un debate entre clericales y anticlericales (debate por otro lado siempre interesante) sino que consiste en algo mucho más valioso y de más calado político, a saber: pretender un orden político que no se limite a ser una mera exaltación o celebración de la comunidad sobre la que se funda, para llegar así a establecer un poder público al servicio de los ciudadanos personalmente considerados y en su condición de tales y no tanto en función de su identidad nacionalitaria, étnica, de clase o religiosa.
Conforme a ese propósito laico el centro y fundamento de lo político, no es por lo tanto ninguna esencia colectiva, ni el «ius sanguinis», ni la adhesión a una fe revelada por muy verdadera que ésta sea, ni por supuesto la gloria de una dinastía o la hegemonía de una etnia sino la realización material y moral de un ideal de convivencia: Libertad, Igualdad, Fraternidad.
La cuestión a tratar es, partiendo del reconocimiento de la consustancialidad comunitaria del individuo cómo dar a la comunidad lo que es suyo salvando al mismo tiempo el proyecto de un poder societario que garantice la autonomía del individuo no sólo frente al poder político mismo sino incluso ¡rente a los requerimientos posesivos de su propia comunidad.
Esta pregunta no es sino una formulación específica, ad hoc para penetrar en el problema de la laicidad, de aquellas cuestiones con las que Rawls comienza su propio trabajo de construcción del concepto de liberalismo político:

1) ¿Cuál es la concepción más adecuada de la justicia para establecer los términos equitativos de la cooperación social entre ciudadanos considerados libres e iguales, y considerados como miembros plenamente cooperativos de la sociedad durante toda su vida, desde una generación hasta la siguiente?

2) ¿Cuáles son los fundamentos de la tolerancia dado el hecho del pluralismo razonable como resultado inevitable de las instituciones libres?

3) ¿Cómo es posible la existencia duradera de una sociedad justa y estable de ciudadanos libres e iguales que no dejan de estar profundamente divididos por doctrinas religiosas, filosóficas y morales razonables?
No es consustancial al laicismo -como movimiento ideológico partidario de la laicidad- propugnar el combate contra ninguna forma de religiosidad o de pertenencia colectiva considerada como tal, pero sí defender la autonomía y la independencia de las instituciones políticas y del pensamiento ético público --moralidad pública o virtud política- respecto de cualquier estructura pertenencia¡ o confesional, rechazando la sumisión directa o indirecta de lo político a lo confesional o a lo simplemente étnico o tradicional. La laicidad, tal y como pretendemos definirla, no propone una ética personal completa, ni aporta respuestas morales particulares-es decir personales sobre cuestiones concretas como el aborto, la homosexualidad, el divorcio o la eutanasia, sino que permite la existencia de una reflexión estrictamente política sobre esos y otros temas y garantiza la existencia de un marco de autonomía individual libre de toda sumisión heterónoma, en el que el individuo, la conciencia personal de cada uno, pueda optar libremente, con el mayor conocimiento de causa que sea posible, sobre las diferentes alternativas morales, espirituales o filosóficas que en cada caso se le presenten. La laicidad garantiza la autenticidad de la opción personal, no su acierto.
Esa opción será la que en cada caso cada individuo elija, convencional, tradicional, ortodoxa o herética, pero siempre válida -auténtica- desde un punto de vista laico si se adopta libremente y si esa opción no compromete la libertad de los demás ni la existencia misma de la sociedad como un orden posible de cooperación entre individuos, libres, iguales y solidarios.
La racionalidad de la laicidad es, de un lado, conforme a una racionalidad teleológica práctica, y viene a considerar que la finalidad del poder político es esencialmente arbitral, dirigida a permitir la búsqueda de la felicidad personal conforme al derecho de cada uno a seguir sus propias luces en la medida en que la consecuencia de esa búsqueda no haga imposible la búsqueda de los demás y conforme al propósito de mantener la paz entre los hombres (Hobbes, Rousseau.....) considera que la mejor posición para poder realizar esa función es precisamente la de neutralidad respecto de aquellas cuestiones que no sean estrictamente necesarias para la ordenación de la vida de los individuos y para la prosperidad de la "civitas".
La laicidad como alternativa puramente política es en esencia una regla de procedimiento pero también se conecta con valores de reconocimiento por cuanto que no puede entenderse una política de libertad sin valores, pero esos valores que le son propios tienen también un carácter regulativo.
La laicidad exige la existencia de un marco axiológico común, no conclusivo, pero de la máxima importancia prescriptiva, precisamente por su carácter de mínimo.
La democracia laica no es simplemente un régimen político de mayorías, la Res Pública, lo que en Francia viene a llamarse el pacto republicano, y en España el pacto constitucional, no viene definido simplemente por la regla de las mayorías, aunque es evidente la importancia de esa regla, pero como dice Yves Roucaute en su libro La República contra la Democracia también las mayorías pueden asesinar el régimen de libertades.

La laicidad se trata de un concepto de carácter formal y regulativo, atinente, de un lado al modo de organizar y entender de una manera independiente las relaciones entre las instituciones políticas y las diferentes pertenencias individuales, no sólo religiosas, sino también étnicas y comunitarias, así como respecto de cualquier otra estructura de poder espiritual, comunidad exclusivamente civil, es decir ciudadano, en torno a los derechos y deberes que garantizan nuestra autonomía como individuos en nuestra relación con el poder político, cualquiera que sean nuestras otras identidades.
En cierto modo la laicidad es un lenguaje artificioso porque es fruto de un esfuerzo de consideración lo más separada posible de la esfera de lo político respecto de las demás esteras de lo colectivo, pero también el pensamiento científico, el derecho, o la civilización son en última instancia artificiosidades para hacer mejor y más humana la vida.


JAVIER OTAOLA

ACERCA DE LOS DOS SAN JUAN

René Guénon

ACERCA DE LOS DOS SAN JUAN


Artículo originalmente publicado en "Études Traditionnelles", junio de1949, e incluido en Symboles fondamentaux de la Science Sacrée, París, Gallimard, 1962 [Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada, Buenos Aires, Eudeba, 1969, y Barcelona, Paidós, 1996].


Aunque el verano sea considerado generalmente como una estación alegre y el invierno como una triste, por el hecho de que el primero representa en cierto modo el triunfo de la luz y el segundo el de la oscuridad, los dos solsticios correspondientes tienen sin embargo, en realidad, un carácter exactamente opuesto al indicado; puede parecer que hay en ello una paradoja harto extraña, y empero es muy fácil comprender que sea así desde que se posee algún conocimiento sobre los datos tradicionales acerca del curso del ciclo anual. En efecto, lo que ha alcanzado su máximo no puede ya sino decrecer, y lo que ha llegado a su mínimo no puede, al contrario, sino comenzar a crecer a continuación (1); por eso el solsticio de verano señala el comienzo de la mitad descendente del año, y el solsticio de invierno, inversamente, el de su mitad ascendente; y esto explica también, desde el punto de vista de su significación cósmica, estas palabras de San Juan Bautista, cuyo nacimiento coincide con el solsticio estival: "Él (Cristo, nacido en el solsticio de invierno) conviene que crezca, y yo que disminuya" (2). Sabido es que, en la tradición hindú, la fase ascendente se pone en relación con el deva-yâna, y la fase descendente con el pitr-yâna; por consiguiente, en el Zodíaco, el signo de Cáncer, correspondiente al solsticio de verano, es la "puerta de los hombres", que da acceso al pitr-yâna, y el signo de Capricornio, correspondiente al solsticio de invierno, es la "puerta de los dioses", que da acceso al deva-yâna. En realidad, el período "alegre", es decir, benéfico y favorable, es la mitad ascendente del ciclo anual, y su período "triste", es decir, maléfico o desfavorable, es su mitad descendente; y el mismo carácter pertenece, naturalmente, a la puerta solsticial que abre cada uno de los dos períodos en que se encuentra dividido el año por el sentido mismo del curso solar.

Sabido es, por lo demás, que en el Cristianismo las fiestas de los dos San Juan están en relación directa con los dos solsticios (3), y, cosa muy notable, aunque nunca la hayamos visto indicada en ninguna parte, lo que acabamos de recordar está expresado en cierta manera por el doble sentido del nombre mismo de "Juan" (4). En efecto, la palabra hebrea hanán tiene a la vez el sentido de "benevolencia" y "misericordia" y el de "alabanza" (es por lo menos curioso comprobar que, en nuestra misma lengua, palabras como "gracia (s)" tienen exactamente esa doble significación); por consiguiente, el nombre Yahanán [o, más bien, Yehohanán] puede significar "misericordia de Dios" y también "alabanza a Dios". Y es fácil advertir que el primero de estos dos sentidos parece convenir muy particularmente a San Juan Bautista, y el segundo a San Juan Evangelista; por lo demás, puede decirse que la misericordia es evidentemente "descendente" y la alabanza, "ascendente", lo que nos reconduce a su respectiva relación con las dos mitades del ciclo anual (5)

En relación con los dos San Juan y su simbolismo solsticial, es interesante también considerar un símbolo (6) que parece peculiar de la Masonería anglosajona, o que al menos no se ha conservado sino en ella: es un círculo con un punto en el centro, comprendido entre dos tangentes paralelas; y estas tangentes se dice que representan a los dos San Juan. En efecto, el círculo es aquí la figura del ciclo anual, y su significación solar se hace, por otra parte, más manifiesta por la presencia del punto en el centro, pues la misma figura es a la vez el signo astrológico del sol; y las dos rectas paralelas son las tangentes a ese círculo en los dos puntos solsticiales, señalando así su carácter de "puntos límite", ya que estos puntos son, en efecto, como los límites que el sol no puede jamás sobrepasar en el curso de su marcha; y porque esas líneas corresponden así a los dos solsticios puede decirse también que representan por eso mismo a los dos San Juan. Hay empero, en esta figuración una anomalía por lo menos aparente: el diámetro solsticial del cielo anual debe considerarse, según lo hemos explicado en otras ocasiones, como relativamente vertical con respecto al diámetro equinoccial, y sólo de esta manera, además, las dos mitades del ciclo, que van de un solsticio al otro, pueden aparecer real y respectivamente como ascendente y descendiente, pues entonces los puntos solsticiales constituyen el punto más alto y el punto más bajo del círculo; en tales condiciones, las tangentes a los extremos del diámetro solsticial, al ser perpendiculares a éste, serán necesariamente horizontales. Pero, en el símbolo que ahora consideramos, las dos tangentes, al contrario, están figuradas como verticales; hay, pues, en este caso especial, cierta modificación aportada al simbolismo general del ciclo anual, la que por lo demás se explica de modo bastante sencillo, pues es evidente que no ha podido producirse sino por una asimilación establecida entre esas dos paralelas y las dos columnas [masónicas]; éstas, que naturalmente no pueden ser sino verticales, tienen por lo demás, en virtud de su situación respectiva al norte y al mediodía, y al menos desde cierto punto de vista, una relación efectiva con el simbolismo solsticial.

Este aspecto de las dos columnas se ve claramente sobre todo en el caso del símbolo de las "columnas de Hércules" (7); el carácter de "héroe solar" de Hércules y la correspondencia zodiacal de sus doce trabajos son cosas demasiado conocidas para que sea necesario insistir en ellas; y es claro que precisamente ese carácter solar justifica la significación solsticial de las dos columnas a las cuales está vinculado su nombre. Siendo así, la divisa "non plus ultra", referida a esas columnas, aparece como dotada de doble significación: no solamente expresa, según la interpretación habitual, propia del punto de vista terrestre y, por lo demás, válida en su orden, que aquéllas señalan los límites del mundo "conocido", es decir, en realidad, que son los límites que, por razones cuya investigación podría resultar de interés, no era permitido sobrepasar a los viajeros; sino que indica al mismo tiempo -y sin duda debería decirse ante todo- que, desde el punto de vista celeste, son los límites que el sol no puede franquear y entre los cuales, como entre las dos tangentes de que tratábamos líneas antes, se cumple interiormente su curso anual (8). Estas últimas consideraciones pueden parecer bastante alejadas de nuestro punto de partida, pero, a decir verdad, no es así, pues contribuyen a la explicación de un símbolo expresamente referido a los dos San Juan; y, por otra parte, puede decirse que, en la forma cristiana de la tradición, todo lo que concierne al simbolismo solsticial está también, por eso mismo, en relación con ambos santos.

NOTAS:

1. Esta idea se encuentra, particularmente, expresada varias veces y en formas diversas en el Tao-te-King; se la refiere más en especial, en la tradición extremo-oriental, a las vicisitudes del yin y el yang.
2. San Juan, III, 30.
3. Esas fiestas se sitúan en realidad un poco después de la fecha exacta de los solsticios, lo que manifiesta de modo aún más nítido su carácter, ya que el descenso y el ascenso han comenzado ya efectivamente; a esto corresponde, en el simbolismo védico, el hecho de que las puertas del Pitri-loka y del Deva-loka se consideran situadas respectivamente, no exactamente al sur y al norte, sino hacia al sudoeste y el nordeste.
4. Queremos referirnos aquí al significado etimológico de ese nombre en hebreo; en cuanto a la vinculación entre Juan y Jano, aunque debe entenderse que es una asimilación fónica sin ninguna relación, evidentemente, con la etimología, no por eso es menos importante desde el punto de vista simbólico, ya que, en efecto, las fiestas de los dos San Juan han sustituido realmente a las de Jano, en los respectivos solsticios de verano e invierno.
5. Recordaremos también, vinculándola más especialmente a las ideas de "tristeza" y "alegría" que indicábamos en el texto, la figura "folklórica" francesa, tan conocida, pero sin duda generalmente no comprendida muy bien, de "Juan que llora y Juan que ríe", que es en el fondo una representación equivalente a la de los dos rostros de Jano; "Juan que llora" es el que implora la misericordia de Dios, es decir, San Juan Bautista; y "Juan que ríe" es el que le dirige alabanzas, es decir, San Juan Evangelista.
6. [Ya señalado en la última nota de un artículo anterior.]
7. En la representación geográfica que sitúa a esas columnas a una y otra parte del actual estrecho de Gibraltar, es evidente que la ubicada en Europa es la columna del norte y la ubicada en África es la de mediodía.
8. En antiguas monedas españolas se ve una figuración de las columnas de Hércules unidas por una suerte de banderola en la que está inscrita la divisa "non plus ultra"; ahora bien -cosa que parece bastante poco conocida y que señalaremos aquí a título de curiosidad-, de esa figuración deriva el signo usual del dólar norteamericano; pero toda la importancia fue dada a la banderola, que no era primitivamente sino un accesorio y que fue cambiada en una letra S, cuya forma aproximadamente tenía, mientras que las dos columnas, que constituían el elemento esencial, quedaron reducidas a dos trazos paralelos, verticales como las dos tangentes del círculo en el simbolismo masónico que acabamos de explicar; y la cosa no carece de cierta ironía, pues precisamente el "descubrimiento" de América anuló de hecho la antigua aplicación geográfica del non plus ultra.


Fuente:
http://www.euskalnet.net/graal/rgsajua.htm

Recuento de una cinta esperada

El fenómeno que originó el libro "El Código Da Vinci" llegará a su clímax pasado mañana, día del estreno mundial. La película del director Ron Howard abrirá el Festival de Cannes. El autor de la novela que inspiró la cinta, Dan Brown, empezará a trabajar en su quinto libro, que promete generar una nueva polémica.

Madrid [DPA]. El estreno de la esperada versión cinematográfica de "El Código Da Vinci" será el clímax de un fenómeno nacido en marzo del 2003, cuando se publicó en Estados Unidos la novela de Dan Brown, un profesor de inglés desconocido, hijo de un matemático y una compositora de música sacra. Sus primeras novelas, "La fortaleza digital" y "La Conspiración", no se publicaron hasta que fue famoso.

Y eso ocurrió cuando publicó "Ángeles y demonios", que se convirtió en un 'best-seller' y en la que ya aparecía el profesor Robert Langdon como personaje.


El experto en simbología Langdon es el protagonista de "El Código Da Vinci", el cuarto trabajo de Brown, que fue el que lo lanzó al estrellato. "El Código Da Vinci" es hasta el momento uno de los mayores 'best-seller' del siglo: vendió más de 40 millones de ejemplares en todo el mundo.

En español no había ninguna editorial que quisiera publicarlo y por eso lo aceptó la pequeña editorial Umbriel, para la que significó un crecimiento inaudito.

Los críticos no vieron con buenos ojos esta novela, a la que consideraron carente de calidad literaria, aunque muchos reconocieron que como thriller de aventuras contiene los elementos necesarios.

"El Código Da Vinci" despertó las iras de la Iglesia Católica, en especial las de la organización Opus Dei, que en el libro aparece como un grupo tenebroso capaz de matar para evitar que salga a la luz un secreto guardado durante siglos: que Jesús no era divino sino humano, se casó con María Magdalena y tuvo una hija.

Según "El Código Da Vinci", los documentos que lo demuestran están desde hace dos mil años al cuidado de una sociedad secreta que está esperando el momento apropiado para darlos a conocer.

La indignación de la Iglesia, que considera absolutamente falsa toda esta historia, posiblemente fue la mejor campaña publicitaria para el libro y, ahora, para la película. Pero también historiadores y expertos en arte reaccionaron indignados por lo que consideran una tergiversación de los hechos o una interpretación errónea de los obras de Leonardo Da Vinci, en las que Brown coloca algunas de las claves de la historia. Incluso se publicaron varios libros para refutar las teorías de Brown. La mezcla de intriga policial, sociedades secretas, simbologías religiosas, códigos ocultos en espacios reales y la implicación de personajes de la historia tan conocidos y a la vez tan misteriosos como Leonardo Da Vinci o instituciones tan poderosas como el Vaticano sedujeron a millones de lectores. Además de haber convertido en millonario a Brown y a las editoriales que publicaron el libro, el éxito de "El Código Da Vinci" supuso que ganaran mucho dinero muchas otras personas, entre ellas del sector turismo y, claro, la industria del cine y de los videojuegos.

Incluso el Opus Dei sacó provecho de tanto revuelo. Nunca antes había recibido tantas visitas en su página web. Por no hablar de los escritores que demandaron a Brown por plagio, que vieron cómo el juicio disparaba las ventas de su propio libro, "The Holy Blood and the Holy Grail" (1982). Una vez ganados los juicios y superado el 'boom' de la película, Brown podrá concentrarse por fin en su quinto trabajo. Se dice que lleva por título provisional "The Solomon Key". Langdon será otra vez su protagonista y la historia estará ambientada en Estados Unidos. Y, probablemente, se centre en la logia masónica.

Fuente:
http://www.elcomercioperu.com.pe/ediciononline/cultura/html/2006-05-16/CulturaPortada0506765.html

16 mayo, 2006

EL ZOHAR

El Zohar ha sido llamado con justicia la "Biblia" de los cabalistas. Su porción principal es la forma de un comentario sobre el Pentateuco de acuerdo a su división más moderna en cincuenta y dos lecciones semanales. Su título Zohar (luz, resplandor) es obtenido de las palabras del Génesis 1:3 ("Que haya luz") con la exposición de las cuales comienza. Significativamente, al mismo tiempo se intenta ocultar los escritos kabalísticos, para que los que sientan la necesidad los busquen y descubran por sí mismos en una palabra a Dios hay que descubrirlo. Los Cabalistas saben evidentemente que el proceso de cambio requiere dos condiciones: momento adecuado y madurez del alma. Somos testigos de un suceso muy interesante, caracterizado por el surgimiento y la señalización de una nueva era en el estudio de la Kabalá. Que este material hoy este aqui, al alcance de la mano es prueba de ello. Lea simplemente las palabras del Zohar - en arameo, un idioma que se hablaba en los tiempos bíblicos. De acuerdo con la tradición, según lo enseñado por los Sabios a través de las generaciones, leyendo las palabras de este Sefer Santo ha Zohar trae una conexión espiritual a nuestra alma. Lea simplemente las palabras hebreas hacia fuera en voz alta si conoce el hebreo o si no conoce el idioma, escanne (repasar con la mirada de izquierda a derecha) y su alma cambiará de alguna manera , pues su alma conecta con lo curativo y las energía espirituales. Es un regalo del Creador para los Seres Humanos. Bendito sea Hashem! Bendita seas Andrea! por haber compartido este regalo del cielo conmigo.
Su origen -
El Imperio Romano ocupaba la Tierra de Israel y las calles estaban bañadas en sangre. Los romanos lanzaron severas medidas represivas contra las actividades espirituales de los israelitas. El sabio más grande de la era - un hombre que sería llamado el Padre del Mundo - fu sentenciado a muerte.
Su nombre: Rabí Akiva.
Su crimen: el amor a Dios.
Miles de personas se reunieron en las calles para presenciar la terrible ejecución. La piel de Rabí Akiva fue brutalmente arrancada de su cuerpo con cepillos de hierro afilados como navajas. La sombra de la muerte lo consumía a un ritmo inmoralmente lento. Pero el místico Akiva había logrado total maestría sobre el mundo físico. Experimentó un dolor insoportable durante sólo un instante antes de que el éxtasis de la energía espiritual invadiera todo su ser; y así salió de este mundo con una alegría indescriptible en su corazón. Dejó a su más querido discípulo, el hombre que llegaría a ser el kabalista más grande en la historia, un gigante entre los místicos, el reverenciado sabio, Rabí Shimon Bar Yojai. El Imperio Romano temía más al poderoso Bar Yojai que a Akiva, por lo cual lo condenó también a muerte. Ante semejante sentencia, el místico y su hijo buscaron refugio en una cueva aislada de todo en P'quin, Israel, en la que se vieron forzados a permanecer durante 13 largos años para ocultarse del ejército del César. Buscando obtener el mismo control sobre el reino material que había logrado su gran maestro, Rabí Shimon se enterró a sí mismo en el suelo, hasta la altura del cuello, durante cada día de su reclusión. Durante los largos años de doloroso aislamiento, recibió instrucción en las artes místicas de la Kabalá. Sus maestros fueron Moisés y el Profeta Elías. Cuando cambiaron las autoridades del Imperio Romano, Rabí Shimon y su hijo pudieron regresar libremente a Jerusalem. Los años de intensa presión ejercida por la tierra dejaron profundas cicatrices y mutilaron el cuerpo del místico, cuya alma, en contraste, irradiaba una intensa Luz espiritual, tan fuerte que era difícil para los hombres comunes estar en su presencia. Para proteger los secretos del Universo que le habían sido revelados, Rabí Shimon le pidió Rabí Abba, uno de sus discípulos, que consignara por escrito sus enseñanzas. Abba tenía un don extraordinario para escribir en el lenguaje abstracto de la metáfora y la parábola. Así, los secretos habrían de estar seguros, diestramente escondido dentro de relatos abstrusos lo que hace que sea difícil para los malvados e indignos entender y mal utilizar este antiguo poder. Nació así la obra espiritual fundamental de la Kabalá - El Zohar.
Hasta el día de hoy, el Zohar ("Libro del Esplendor") está reconocido como la obra definitiva y autorizada de sabiduría Kabalística. El manuscrito fue considerado misticismo y magia por las personas de la generación, lo cual visto de manera retrospectiva, resulta obvio. El Zohar presenta una explicación detallada de ideas y conceptos que tienen siglos de adelanto a su época. En una era en la que la ciencia determinó que el mundo era plano, el Zohar describe nuestro planeta como esférico, y habla de personas que experimentan el día o la noche al mismo tiempo, según las diferentes zonas horarias. El Zohar describe el momento de la Creación como una explosión tipo Big Bang, habla de un universo que existe en diez dimensiones, y explora la noción de universos paralelos. Rabí Shimon dijo que el Zohar es más que un libro de secretos y sabiduría espiritual. Explicó que este tratado místico es un poderoso instrumento dador de energía; una herramienta salvadora de vidas, imbuida con el poder de brindar genuina paz, protección, sanación y plenitud a aquellos que posean tal energía. Y aún hay más. Como el monolito en la película 2001: Odisea en el Espacio, el Zohar puede ser la chispa que encienda el alma de una generación, generando así un cambio profundo y una transformación dentro de la conciencia del hombre y de la sociedad. En otras palabras, así como un bombillo encendido ilumina una habitación a oscuras, revelando objetos que previamente no se veían, la Luz espiritual del Zohar puede iluminar las mentes de los hombres y abrirlas a la comprensión de los misterios escondidos del Cosmos. De acuerdo con el Kabalista, estas influencias invisibles ayudarían a moldear el destino de la humanidad a medida que la presencia del Zohar aumente en nuestro mundo. El gran sabio Bar Yojai declaró que llegaría el día en el que hasta un niño de seis años indagará en torno a la sabiduría espiritual de la Kabalá. Pero hasta que llegue ese momento, los manuscritos originales del Zohar deberán mantenerse ocultos. Es por eso que estuvieron escondidos durante siglos. La disminución de la Luz espiritual del Zohar coincidió con el Oscurantismo, una época en la cual cada aspecto de la civilización incluyendo la educación, la ciencia y las comunicaciones entraron en un severo declive.



Fuente:
Lista masonica Mandil

LA INICIACIÓN

La Iniciación en los Misterios supone una completa transmutación que habrá de operarse gradualmente en el adepto, a diversos niveles, durante el camino hacia el conocimiento de sí mismo; es una vía escalonada en la cual se irán conociendo, poco a poco, los distintos estados del ser.
El término "iniciación", derivado del latín initium, significa "comienzo" y también "entrada".
Por un lado supone el inicio de un proceso de conocimiento de la realidad metafísica, y por otro el ingreso en un camino verdaderamente espiritual que habrá de conducir a una real "deificación" de aquél que pueda emprenderlo y continuar hasta el fin.
El iniciado deberá morir al mundo profano e ilusorio y perder la falsa identidad con sus aspectos puramente individuales, pasajeros y mortales, y simultáneamente resucitará a un mundo sagrado y verdadero que le identificará más bien con lo real e inmutable, con aquella esencia pura e inmortal que constituye su verdadero Ser.
Este recorrido supone un viaje interior, e irá acompañado del conocimiento de otros mundos que están aquí y ahora, pero que la mente ordinaria ni siquiera puede imaginar.
Para que la Iniciación ocurra será necesario que el adepto permita que los símbolos y ritos sagrados que proporciona la doctrina de la Tradición Unánime penetren en su interior y operen esa transformación integral que habrá de producirse cuando estos instrumentos despertadores de la conciencia ordenen la inteligencia y toquen las fibras más sutiles e imperceptibles que conectan con las verdades eternas.
Ella comporta un despliegue de potencialidades ocultas y misteriosas que yacen en nuestra propia interioridad y un desarrollo de las posibilidades verdaderamente espirituales que en el estado ordinario se encuentran adormecidas.
El estudio de los códigos simbólicos tradicionales -como los que proporciona nuestro programa-, así como la meditación y la concentración -y la práctica de los rituales iniciáticos-, serán vehículos adecuados para que esta transmutación y despertar de la conciencia se produzcan y se sustituyan progresivamente los apegos y las falsas identificaciones por aquello que se denomina la Suprema Identidad.
Este proceso, simbolizado claramente por la transmutación de los metales que propone la Alquimia, así como por las diversas etapas contempladas en el simbolismo constructivo, supone dos fases: la primera de ellas es llamada iniciación virtual y va desde el comienzo de la Obra hasta la consecución del estado de "hombre verdadero", pasando por diversos grados que supondrán la superación de pruebas que habrán de determinar si el candidato está cualificado; la segunda -llamada Iniciación real o efectiva- supone el conocimiento y la experimentación de estados suprahumanos y el alcanzar el estado de "hombre trascendente".
El candidato a la Iniciación es como una semilla que conteniendo todas las posibilidades de desarrollo y procreación no podrá plasmarlas hasta tanto penetre el interior de la tierra -la caverna iniciática-, descendiendo a los infiernos, y muera, para nacer de nuevo.
Es por eso que al recién iniciado se le llama "neófito", o nueva planta (neo = nueva; fito = planta), pues ya ha vencido la primera muerte y está listo para emprender su desarrollo vertical y ascendente.
Esta muerte comporta una completa disolución de los estados anteriores que habrá de repetirse cíclica y gradualmente -a diversos niveles cada vez más sutiles y elevados- durante el transcurso del proceso iniciático, hasta que renazca el hombre nuevo, el hombre verdadero, totalmente regenerado, que habrá desplegado ya el abanico de sus posibilidades humanas y estará listo para trascender a los estados supraindividuales y a recobrar su verdadero Ser.
Habrá así retornado al estado virginal de los orígenes, a la patria celeste.
No queremos terminar sin decir algo muy importante a tener en cuenta en el proceso iniciático o de conocimiento: el de no confundir el plano psicológico con el espiritual, error que es muy frecuente hoy en día.
Esto se debe a que lo espiritual ha sido negado, al hacerse una diferencia tajante entre alma y cuerpo, otorgándosele entonces a todo lo que no es material, o corporal, una categoría espiritual, o pseudo espiritual.


Fuente:
http://www.uninet.com.py/fraternus/iniciacion.html

15 mayo, 2006

Festejan 200 años de masonería en México

Exponen documentos antiguos y recuerdan a personajes de la historia que han pertenecido a esa institución
Redacción ELUNIVERSAL.com.mx
El Universal
México
Domingo 14 de mayo de 2006

Para celebrar 200 años de masonería en México, el Capítulo Mexicano y la Gran Logia del Valle de México exponen documentos antiguos y recuerdan a personajes de la historia que han pertenecido a esa institución.

El Gran Capítulo de Masones del Real Arco de México y la Gran Logia del Valle de México, realizan la muestra 200 años de masonería en México, la cual se llevará al cabo en Sadi Carnot 75, en la Colonia San Rafael.

La exposición estará abierta al público en general desde este 15 de mayo y hasta el 15 de junio de este año, con materiales nunca antes vistos, como documentos antiguos, y perfiles de personajes famosos de la historia del país que pertenecieron a dicha institución.

La inauguración del evento será este 15 de mayo a las 19:00 horas, en la cafetería de la Gran Logia de Valle de México.

En el recinto se podrán apreciar documentos y fotos de algunos de sus miembros más famosos, entre los que destacan Miguel Hidalgo, Guadalupe Victoria, el Corregidor Domínguez, Allende, Vicente Guerrero, Benito Juárez, y hasta Luis Donaldo Colosio.

En 1806 se instauró la primera logia en México, que llevaba como nombre Arquitectura Moral, y a la cual perteneció Miguel Hidalgo, quien estuvo al frente del movimiento de Independencia de México, mismo que a decir de los organizadores, fue generado por la masonería.





Fuente:

http://www.eluniversal.com.mx/notas/349038.html