23 enero, 2008

Benimeli afirma que «la fraternidad está cada vez más lejos»

El historiador recorrió el devenir de los masones hasta llegar a su situación actual en España para el público del Aula de Cultura

«Soy un enemigo del panteón de masones ilustres, cuando éste está falseado». El presidente del Centro de Estudios de Masonería, José Antonio Ferrer Benimeli (Huesca, 1934), concluyó su ponencia sobre esta organización en el Aula de Cultura de EL NORTE DE CASTILLA, relatando una amplia lista de nombres que pertenecieron a la misma.

Churchill, Marshall, Blasco Ibáñez, Ruben Darío, Fleming o Walt Disney fueron algunos de los nombres que destacó el experto durante su participación ante un auditorio repleto de personas interesadas en el tema. José Antonio Ferrer habló de la unificación de una asociación gremial que se terminó convirtiendo en la Masonería tal y como hoy la conocemos.

«La idea de tolerancia, paz o defensa de los derechos cuando éstos no se conocían casi eran las ideas en las que se basaba». Así, este movimiento «avanzado para la época», se convirtió en un colectivo prohibido al ser «independiente del soberano».

El siglo XVIII «fue el de las prohibiciones de las reuniones de masones». La desconfianza partía del derecho que impedía la existencia de cualquier asociación al margen de la autoridad; automáticamente, se convertía en prohibida, clandestina, secreta y, por ende, «bajo sospecha».

Movimiento en contra

«El desconocimiento de la asociación a lo largo de los siglos dio como resultado el movimiento contrario», resumió Ferrer. Si bien en España los afrancesados crean su propia masonería, que se irá diluyendo en multitud de logias a lo largo del siglo XIX y pincipios del XX, es en los gobiernos republicanos cuando mayor número de mandatarios pertenecen a este colectivo.

«Prim, Zorrilla o Sagasta pertenecían a una élite masónica que se cultivan en campos como la política, la justicia o la comunicación», explicó al reconocer que más de 140 diputados de las primeras Cortes eran masones.

Con la Guerra Civil, pertenecer a este colectivo «se convierte en motivo suficiente como para la ejecución por pena de muerte sin proceso previo».

Los exiliados en México regresan tras la muerte de Franco y, en este momento, se comienza a fraguar un proyecto que terminará devolviendo «documentos de gran importancia para la investigación» que, en la actualidad, se encuentran en la Fundación Universitaria española.

«Hoy por hoy, hay trece logias diferentes en España con distinta tradición pero, según nuestras estimaciones, cuentan con un número aproximado de 3.000 personas», concluye el historiador, que realizó su tesis sobre el tema en 1972.

José Antonio Ferrer Benimeli expuso que, mientras en 250 años de tradición constitucional en Estados Unidos hubo 17 presidentes pertenecientes a este colectivo, «en un periodo de 60 años ha habido 10 jefes de Gobierno masones, lo que nos tiene que hacer pensar».



Fuente:

http://www.nortecastilla.es/20080123/vida/benimeli-afirma-fraternidad-esta-20080123.html