17 junio, 2008

'Rechazamos a políticos con ética poco probada'

* Los 'clásicos', reconocidos por los próceres británicos, también están en fase aperturista
* Hay alrededor de 300 en Madrid y más de 2.000 en toda España

MADRID.- Los masones regulares, los clásicos, aquellos que sí que creen en un gran arquitecto del Universo, también han iniciado ahora un tímido desnudo "para que se escuchen voces serias y no sólo quimeras", explica Ilia Galán, profesor de Arte en la Carlos III. Galán fue hasta hace poco venerable maestro de la logia Phoenix 31, que se engloba en la Gran Logia de España, reconocida por los próceres británicos. Él no se atribuye la portavocía, pero es una voz especialmente significativa. "Hemos querido intervenir para buscar una voz firme y segura sobre las cosas que suceden", incide.

La Gran Logia de España, que engloba a decenas de grupos -más de 2.000 personas en España, 300 de ellas en Madrid-, fue fundada en 1728, y es la primera levantada fuera de las islas británicas. Su funcionamiento es muy similar al de los liberales excepto por la creencia en un hacedor del universo -son admitidas todas las religiones-. "Lo que se pide es una creencia en un ser supremo, que cada uno interpreta cómo quiere. Hay unos principios que nos unen, como la búsqueda de la bondad, la felicidad o el cultivo de las propias cualidades; hacernos mejores", añade Galán, con visibles canas en la barba y la melena y cierto porte de caballero templario.

Por curiosidad, preguntémosle. "Aunque la masonería moderna empieza en 1717, si se ha descubierto que en Escocia se refugiaron miembros del Temple y están relacionados con la capilla de Roslyn, que está llena de simbología masónica. Ellos eran guerreros de la cristiandad, pero estaban abiertos a otras religiones", dice Galán en su casa del centro de Madrid, llena de símbolos masones. Hay una columna salomónica a ambos lados del salón -jakin y boaz- y una calavera. Sobre las primeras avisa que siempre tienen que estar separadas "para pasar por en medio". Acerca de la segunda explica que les recuerda "la presencia de la muerte".
Misticismo

De la simbología habla, aunque de las ceremonias -tenidas- no suelta prenda. Sí insinúa cierta experiencia 'religiosa'. "Es una especie de mística de la fraternidad, buscas lo mejor de ti y lo mejor de los demás. Es como cambiar de dimensión", precisa. "La simbología que usamos, los mandiles, las capas, los sombreros, nos distancia del mundo cotidiano".

¿Y los ritos han variado algo con el paso de los años? "No", responde tajante, "lo esencial se ha conservado tal cual era en el siglo XVIII. Se intenta que los ritos no se cambien". "Ahora se construye el templo interior, el propio espíritu", matiza refiriéndose al inicio de los masones, situado cercano al círculo de los arquitectos. "Mediante los ritos cada uno escoge su rumbo. Sirven de aprendizaje y encuentro con los demás. Son juegos teatrales que ayudan a la persona a reaccionar de determinada manera".

Galán relata con ardor los rincones de Madrid que presentan símbolos masones. Se mueve por el Ateneo entusiasmado, y se para a observar las estrellas simbólicas que todavía embellecen algunas escaleras. "El Pasillo Verde de Madrid está lleno de símbolos masones", asegura. Este fue diseñado por Manuel Ayllón, conocido masón.

Cuenta la leyenda que el día que se inauguró, con simbología masónica que iba desde las acacias a un obelisco o columnas salomónicas, sonó por los altavoces la 'Flauta Mágica' de Mozart, canción reconocida por las logias como propia. El entonces alcalde, José María Álvarez del Manzano, fuera de juego, dijo que igual hubiera estado mejor una zarzuela.

Sobre los comentarios que se oyen de que son una secta no quiere ni oír hablar. "La masonería es lo contrario a una secta. Uno puede entrar y puede salir cuando quiera. Además, no impartimos doctrinas únicas", incide este profesor, que ya supera los tres lustros como masón. Balance: "A mí me ha aportado experiencias interesantísimas y me ha llevado a trabajar en aspectos que ni había pensado y conocer gente con la que me he enriquecido".

Galán, que tras ser gran maestro pasó a ser guardián del templo, subraya la estructura 'democrática' de las logias. "Cada cierto tiempo se cambia el gran maestro", dice. Niega además que haya un elitismo: "El elitismo que se pide es el de la persona, con hondura interior y que quiera mejorarse. Tener títulos nobiliarios no garantiza el entrar, ni tener dinero. Ha habido altos cargos políticos que han sido rechazados por tener una ética poco probada".

¿Y se sigue influyendo en política o economía? "La Gran logia no hace ninguna intervención en ese sentido. Son los miembros los que libremente pueden hacer cosas entre sí, pero sin directrices. Depende de la libertad de cada uno, la libertad es clave".


Fuente:

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/06/16/madrid/1213646213.html

Los masones salen de la sombra

* Las dos corrientes buscar salir a la luz y sobrevivir a la leyenda negra
* Dicen que buscan 'la bondad', la felicidad y el cultivo de las propias cualidades'


MADRID.- De acuerdo: mirando esa foto de ahí al lado, su protagonista parece más un talludito aprendiz de Harry Potter que otra cosa.

Sin embargo, el tema es más serio de lo que parece: Ignacio Merino, flamante director de comunicación de la Gran Logia Simbólica de España y maestre de la logia madrileña Hermes Tolerancia Nº8, sostiene su espada de venerable en un céntrico templo de esta «religión laica», según dice él mismo, en el distrito centro de Madrid.

elmundo.es tuvo esta semana acceso al lugar, oculto en un edificio de viviendas y preñado de compases, escuadras, columnatas metálicas y otros símbolos masónicos. Y el reportaje pretende ser, a su vez, símbolo del aperturismo en que se ha embarcado en España la orden, que se quiere quitar de encima la leyenda negra de comeniños y conspiradores que le persigue casi desde su fundación en 1730.

El hall del templo, llamado Salón de los Pasos Perdidos –«como el del Congreso de los Diputados»–, es una pequeña estancia repleta de imágenes y símbolos: una foto de Antonio Machado, a quien los masones reclaman como suyo, el armario en que se guardan los mandiles para los ritos... Se abre una puerta y entramos en el templo de la logia Hermes: apenas 30 metros cuadrados, las paredes pintadas de rojo, un suelo ajedrezado con una capa de sintasol, varias columnatas de hojalata, una espada para cada miembro de la logia y la del maestre, zigzagueante por ser la autoridad.

Una luz negra, como de sala de revelado, tiene que mantenerse siempre encendida. Y por doquier siglas de todo tipo: LIF significa «Libertad, Igualdad y Fraternidad», el lema que los masones dicen haber adoptado «antes incluso que la Revolución Francesa». El más complejo «ALGDGADU» significa «A La Gloria Del Mayor Arquitecto Del Universo».

Merino confirma que Tintín, «o mejor dicho Hergé, su creador», fue masón. No Rodríguez Zapatero, pero «probablemente sí su abuelo, y los principios masones inspiran muchas de sus políticas: la equidad, el igualitarismo». Más: «El ex ministro Jerónimo Saavedra y Mario Conde han admitido su cercanía con la masonería». ¿El famoso contubernio que tenía a Franco asustado? «Ahí inciden dos factores. Por un lado, el padre y el hermano de Franco eran ambos masones y un buen par de vividores, así que él asoció el sufrimiento de su madre con la masonería.

Aún así, al parecer pidió el ingreso en una logia en Larache y no fue admitido por no dar el mínimo. Por otro lado, Franco y Hitler se creyeron los protocolos de Sión, creados por un masón renegado que a finales del siglo XIX, que aseguraba que había un gobierno mundial en la sombra de judíos, masones y bolcheviques. Hitler se dedicó a los judíos y Franco a los masones: en 1936 habría 8.000 masones en España, y él firmó 15.000 sentencias de muerte. Ni a los comunistas castigó con tal saña», dice Merino.

¿En qué consiste exactamente la masonería? «Esto es una religión laica que procede de los templarios de la Edad Media, es un método de aprendizaje filosófico para vivir mejor que depende de signos y símbolos». En España, cuenta Merino, hay dos corrientes: los liberales, la suya, que admite mujeres y no se basa en la existencia de su ser superior, agrupada ahora en el Entorno Masón Liberal Ibérico, unas 600 personas; y los regulares, sólo masculinos y que deben creer en un supremo creador del universo.

Ambas quieren ahora abrirse a la sociedad, superar las épocas en que «teníamos que permanecer en la clandestinidad para sobrevivir». La masonería quiere pasar «de sociedad secreta a sociedad discreta». Que el secreto se mantenga sólo en torno a sus tenidas, que así se llaman las ceremonias. «De hecho, en ellas no está permitido hablar de religión ni de política, porque la fraternidad respeta las creencias de cada cual. Tampoco hacemos proselitismo alguno, pese a la leyenda negra».

Los regulares, unos 2.000 en España y de fuerte influencia anglosajona, harían más lobby que los liberales, y funcionarían más como forma de ascenso social. «Eso del lobby funciona más en EEUU, aquí hemos salido de las catacumbas», dice Merino mientras se ajusta el mandil. Dice que a su logia, llamada Hermes, vienen «unas 30 personas de todas las procedencias sociales», dato indemostrable porque no permite la asistencia a rito alguno.

El templo, situado en un edificio antiguo del distrito Centro de Madrid, es una suerte de decorado circense con un cielo nocturno pintado en el techo. Una plomada cae en su justo centro «como símbolo de la justicia y la equidad». varias mesas con mazas, situadas en las esquinas de la estancia, simbolizan «la sabiduría, la fuerza y la belleza».

A Merino, que se dice ateo, no le acababa de gustar un triángulo con un ojo en el centro que preside el frontispicio de la especie de altar. «Sin embargo», cuenta soñador, «un día vi que tiene nubes y me lo imaginé como un mundo, y ahora lo veo como la conciencia, es la conciencia del planeta... Y puede parecer acomodaticio pensar así, pero es una prueba de libertad responsable, y los masones...».


Fuente:
http://elmundo.es/elmundo/2008/06/16/madrid/1213642110.html

16 junio, 2008

«En la masonería es difícil entrar y fácil salir, al revés que en las sectas»

POR ARANTXA RICA
FOTO: JUAN CARLOS SOLER
ALICANTE.
Desde hace unas unas semanas, los 28 miembros de la Logia Constante Alona de Alicante, adscrita a la Logia del Gran Oriente de Francia (GODF) disponen de un nuevo templo en propiedad en la capital donde mantener sus «tenidas» (reuniones). El anterior fue clausurado por las tropas franquistas hace 60 años.
A pesar de que la palabra templo pueda evocar lujo y grandiosidad, el lugar es sencillo, aunque repleto de simbología, que evoca a sus orígenes en los constructores de catedrales medievales. Presidiendo, el signo masónico por excelencia: la escuadra y el compás. «Con ellos el albañil construye la pared vertical», explica el consejero de la Orden del Gran Oriente de Francia, Aimé Battaglia, venido de París para la inauguración del centro, ante la atenta mirada de Rafael García, uno de los citados 28 miembros del grupo en Alicante que hace de anfitrión con su superior. Las baldosas del suelo de dos colores símbolizan la dualidad y recuerdan que «nada es absoluto». Sobre él, unas piedras: «un masón es como una piedra que debe tallarse a sí mismo con el martillo y el cincel». En el otro extremo, una figura cúbica simboliza al masón perfecto. «La masonería es un camino a la perfección que nunca se alcanza, lo importante es el camino y no la meta». El triángulo es la figura del equilibrio. Unas esculturas de Atenea, que simboliza la sabiduría, de Hércules, la fuerza, y de Venus, la belleza, más los signos zodiacales, el sol y la luna son algunos de los objetos de la sala.
Quizás desconocidos, pero no secretos. A los masones les gusta más reconocerse como discretos, pero sobre todo se consideran «personas normales con inquietudes intelectuales». «Es una asociación democrática de reflexión sobre la sociedad». El desconocimiento existente ha hecho que algunos los relacionen con sectas. No es así. dice Battaglia: «En la masonería es muy dificil entrar y muy fácil salir, todo lo contarrio que ocurre en las sectas». Legalmente, las logias están inscritas como asociaciones culturales, aunque no siempre fue así.
En España, tras la aprobación de la Constitución de 1978, fue necesaria una sentencia del Tribunal Supremo para permitir la inscripción de la masonería en el Registro nacional de Asociaciones en 1979. Durante el franquismo fue prohibida y sus miembros perseguidos y condenados a muerte. En la masonería «se defiende la libertad individual de pensamiento y eso no puede aceptarlo un dictador».
En la actualidad, los hermanos masones quieren acercar este modo de vivir a la sociedad y «liberarla de estereotipos e invenciones», así como difundir su «labor solidaria», según explican los miembros de la logia alicantina.
Reunión con Sarkozy
Si bien en España la masonería sigue considerándose, por una gran parte de ciudadanos, como una sociedad misteriosa, en otros países europeos, sobre todo en Francia, gozan de gran prestigio. En este sentido, Battaglia explica que han tenido contactos con políticos galos, incluido el presidente de la república Nicolás Sarkozy. También con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. «No somos tan secretos, como algunos creen». Así, defienden que ideas masónicas como la contracepción o la abolición de la pena de muerte, por ejemplo, han sido adoptadas posteriormente por la sociedad.
Los francmasones alicantinos se encuentran inmersos en un proyecto de exteriorización acorde con sus reflexiones. Así, por ejemplo, están colaborando con centros de enseñanza de la ciudad para la integración de alumnos inmigrantes en el sistema escolar. Y es que la educación es uno de los pilares fundamentales de la masonería. A este respecto, el GODF está trabajando en un gran proyecto, llamado «la escuela republicana del futuro». Según explica, Battaglia, «hoy las escuelas públicas europeas están atrasadas y han perdido mucho porque la gente tiene problemas que antes no tenían». Por ello, estudian cómo organizar y conseguir la «escuela pública ideal», adaptándola a las circunstancias de cada país. «Ahora hay un gran problema con la inmigración», indica.
Si éste es uno de los principales temas sobre los que reflexionan los masones en sus «tenidas», también lo son el reparto de la riqueza, identidad del inmigrante, la diversidad y libertad religiosa, sobre la situación del pueblo armenio. los próximos juegos olímpicos de China, el conflicto de Darfur o la amistad entre los pueblos. «Sí que se habla de política, aunque no somos partidistas».
Intelectualmente «curiosos», los masones quieren difundir su labor solidaria y que dejen de considerarles una sociedad tabú, señala el consejero de la Orden del Gran Oriente de Francia, Aimée Battaglia
Rafael García, uno de los 28 miembros de la Logia en Alicante, en el nuevo templo



Fuente:
http://www.abc.es/20080616/valencia-valencia/
masoneria-dificil-entrar-facil_200806160305.html