19 agosto, 2009

“La masonería no tiene nada que ocultar y sí mucho que ofrecer”

ENTREVISTA EXCLUSIVA AL GRAN MAESTRE DE LA LOGIA ARGENTINA

Jorge Clavero ocupa el cargo máximo al frente de la institución masónica. Llegó a la ciudad para festejar el 175º aniversario de Constante Unión, la logia más antigua en funciones. Habló de las luchas contra los dogmatismos y a favor del uso de la razón.
on motivo de festejar el aniversario de la Logia masónica Constante Unión Nº 23, llegó a la ciudad un centenar de iniciados en esta aún misteriosa fraternidad. Encabezó la celebración el Gran Maestre de la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones, Ángel Jorge Clavero. En una entrevista exclusiva con este medio, contó los pormenores de una historia que fustigó la libertad de pensamiento y la lucha contra los dogmatismos.
De valores, vínculos políticos y sociales, la masonería argentina mantiene pese a los años sus ideales fundacionales y, en esta nueva gestión, encara una política dirigida a borrar los prejuicios sobre sectarismo y elitismo.
“Desde sus inicios y hasta la actualidad, los masones mantenemos los ideales de libertad, igualdad y fraternidad. Esta institución trabaja en todas las cuestiones que tienen que ver con el ser, el conocer y el valer. Pero fundamentalmente es axiológica, defiende los valores de solidaridad y cooperación, siempre tomando al hombre en el centro de la escena. Es eminentemente laica y libre pensadora”, resumió el Gran Maestre a La República.
Resaltó una característica fundamental en tiempos de globalización y mediatización de las problemáticas sociales y políticas. “La masonería no acepta verdades reveladas, es una institución que busca perfeccionar al hombre a sabiendas de que la verdad no la conocemos, la buscamos, y lo hacemos a través de la razón. No conocemos otro método en la búsqueda de la verdad que no sea la razón”, explicó.
—¿Por qué se habla siempre de una asociación estrecha con la política?
—En primer lugar, la masonería no trabaja en forma institucional en la vida de los pueblos, no es como los partidos políticos que salen a las calles. Muy por el contrario, en sus templos o talleres de ideas trabaja para mejorar al hombre, para que sea mejor ciudadano y con ello lograr mejorar la vida política de los pueblos.
Pero se trabaja desde el hombre, que más tarde traslada a su vida cotidiana los valores masónicos aprendidos. Así las logias se fueron agrandando, y lo siguen haciendo, preparando al hombre para ingresar a la vida política, social y cultural. La masonería está presente en la vida política, social y cultural de los pueblos. Estuvo, está y estará presente.
—Se la caracteriza generalmente como un movimiento sectario, elitista y hasta misterioso. ¿De dónde surgen estas concepciones?
—La masonería tuvo mucha mala prensa a través de la historia por el hecho de haber luchado en forma constante por la libertad de pensamiento y el laicismo, que son valores que nuestra congregación no abandona. Por esto, los sectores dogmáticos han luchado siempre contra esta institución, pero la masonería no tiene nada que esconder y sí mucho que ofrecer.
No olvidemos que en la vida política de los pueblos ha estado presente en las distintas etapas de la organización nacional, especialmente en materia de educación. Por ejemplo, los promotores de la ley 1.420 de Educación Laica, Gratuita y Obligatoria fueron prácticamente todos masones. En la reforma universitaria de 1918 también intercedió este movimiento para hacer abandonar el límite de una universidad elitista y cuasi clerical. Los masones pusieron la universidad al servicio del pueblo, entre otros destacados logros. Los masones estuvieron vinculados a los gobiernos argentinos.
—¿Cómo está la institución hoy en el país?
—Hoy en día tenemos alrededor de 150 logias distribuidas en todo el país. Hay unas 60 en Capital Federal; en el Gran Buenos Aires hay otras 30 y las demás se distribuyen en el interior del país. Justamente mi presencia en Corrientes, es por la Logia Constante Unión Nº 23, que cumplió 175 años. Es la única que quedó en funciones y que es anterior a la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones, que empezó a funcionar en 1858.
Respecto a la cantidad de hermanos, hoy hay unos cinco mil masones activos y otros 12 mil iniciados que por diversas cuestiones personales no están trabajando, pero la condición de masón perdura.

Nueva política de gestión
La gestión que preside Jorge Clavero desde junio de 2008 como Gran Maestre de la Gran Logia Argentina resolvió mostrar a la sociedad lo que el movimiento masónico tiene mucho para ofrecer desde su lugar formador de hombres libres de pensamiento y dogmatismos.
—¿Cómo repercutió esta exposición a la sociedad?
—Estamos trabajando muy fuertemente en las universidades y desde esta gestión estamos saliendo a los medios. Dijimos que la masonería no tiene nada que esconder y sí mucho que ofrecer. Si vivimos en la época de la comunicación tenemos que salir a los medios. De esta forma los jóvenes ven que la masonería, que era algo oculto, secreto, que nadie sabía qué pasaba y que tenía tanta mala prensa, está conformada por ciudadanos comunes, con sus trabajos y familias.
Muchos creen aún que para ingresar a las logias hay que pertenecer a la elite. Muy por el contrario, nuestros estatutos dicen que hay que ser un hombre libre y de buenas costumbres. Es decir, que no esté atado a ningún dogmatismo, ésa es la libertad que queremos del ser humano, que sea un hombre con capacidad de pensar por sí mismo. Éste es el objetivo de la masonería moderna.
—¿De que manera se trabaja con las universidades?
—Con las universidades firmamos acuerdos marcos de cooperación. Queremos premiar a los mejores promedios, tanto a docentes como a alumnos. Además estamos abriendo cátedras extracurriculares de libre pensamiento. Éstas son obras que están a cargo de la masonería argentina donde dos veces por mes damos conferencia sobre temas especiales siempre dirigidos a la libertad y conocimiento.

Fuente:
http://www.diariolarepublica.com.ar/notix/noticia.php?i=161001

Celebración masónica reunió a miembros de Argentina y Paraguay

FESTEJARON EL 175º ANIVERSARIO DE LA LOGIA CORRENTINA

Para el festejo llegó a la ciudad el Gran Maestre de la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones, Jorge Clavero. Además, estuvo su par de Paraguay y un centenar de representantes de congregaciones de todo el país. La junta más antigua en funciones.
on motivo de celebrar el 175º aniversario de la Logia Constante Unión, la más antigua en funciones del país, llegaron el viernes a la ciudad las más altas autoridades y representantes de la congregación que marcó su paso en la historia mundial y Argentina, particularmente, por sus ideales embanderados en la libertad de pensamiento y expresión.
La reunión, o tenida (en lenguaje masónico), se realizó el viernes en el edificio histórico de la Logia correntina, ubicado en San Martín 745 de esta ciudad. Llegaron para la ocasión, además de los representantes de 15 logias de distintos puntos del país, el Gran Maestre de la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones, Ángel Jorge Clavero, y su par de la Gran Logia Simbólica de Paraguay, Ignacio Mendoza Unzain. Además, estuvo el Venerable Maestre de la Constante Unión de esta ciudad capital.
Se hicieron presentes de esta forma representantes de las Logias de Puerto Iguazú, Posadas, Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Resistencia, Formosa, entre otras. Éstos, más los miembros activos correntinos, sumaron un total de cien personas que se reunieron con el fin de celebrar un aniversario más de la junta masónica más antigua de la Argentina en funciones.
El encuentro fue motivo para recordar los ejes fundacionales de la institución y los ideales que aún se mantienen como lo son la importancia de la razón en el conocimiento humano, la libertad de pensamiento y expresión.
La Constante Unión Nº 23 fue fundada en Corrientes el 12 de agosto de 1834 por iniciativa de Genaro Berón de Astrada, héroe correntino, el general Ángel María Núñez y Manuel de Olazábal, coronel del General San Martín. “Fue una alegría compartir este festejo y ver cómo el movimiento se mantiene tras el paso de los años, incorporando cada vez iniciados más jóvenes”, manifestó Alejandro Mauriño, actual secretario de la Constante Unión, y ex Venerable Maestre.
La masonería representa, explicó, una “franja especial que no tiene que ver con alguna línea política, religiosa, ni es un club. No es nada de eso, sin embargo tiene un poco de cada uno". Actualmente, la logia correntina cuenta con 50 socios activos, muchos de los cuales son jóvenes.

Nuevos miembros
“Bajó sensiblemente el promedio de edad de los que ingresan a la fraternidad”, indicó Alejandro Mauriño al señalar una particularidad de los dos últimos años en la Logia local.
Sobre esto, el Gran Maestre de la Gran Logia Argentina, Jorge Clavero, señaló en diálogo con La República que el acercamiento de nuevos miembros se debe a una política de difusión que se implementa desde la actual gestión: “Estamos trabajando fuertemente con la universidad y saliendo a los medios”.
Comentó además, que la masonería no tiene nada que esconder “y sí mucho que ofrecer, por eso decidimos ponerla a la altura de los medios. En ésta, la época de la comunicación, tenemos que salir a mostrar nuestros ideales de lucha y trabajo”.
Hasta hace unos años, los jóvenes veían que la masonería era algo oculto, secreto, y tenía mala prensa. “Ahora ven que está conformada por ciudadanos comunes que tienen su trabajo, su familia, y que se agrupan en pos de la libertad de conciencia, de expresión. Queremos que el hombre sea capaz de pensar por sí mismo, sin estar atado a ningún dogmatismo y prejuicio”, finalizó.

Fuente:

¿Las calles de Buenos Aires pobladas de masones?

La historia de la masonería en Argentina incluye a gran cantidad de héroes de la Independencia que algunos intentan negar. San Martín y La logia Lautaro

Por Roberto Aguirre Blanco

“Las calles de Buenos Aires tienen ese no sé qué”, resalta el tango, y algo de cierto hay en esa afirmación que abre debates y preguntas sobre nuestra propia historia.

Más allá de una realidad palpable, la elección del nombre de las calles porteñas ha tenido en su historia de dos siglos decisiones muy polémicas por parte de sus intendentes y responsables políticos.

El entramado de una ciudad de más de 202 kilómetros cuadrados incluye calles con nombres de dictadores, golpistas, libertadores de la Independencia, políticos de rica historia y otros de oscuro padecimiento para sus propios pobladores, celebridades, poetas y artistas, entre otros.

Sin embargo, detrás de muchos también hay otra historia mucho más oculta y tiene que ver con participación de muchos en supuestas logias masónicas muy comunes en el Siglo XIX, y que formaron parte de los aires revolucionarios y de lucha independentista de América del sur.

El debate queda abierto por cierto peso propio de la Iglesia que aborreció estas prácticas masónicas, en boga en ese tiempo, y por supuesto defendía a rajatabla la presencia de los Reyes Católicos de España, como Fernando VII, “hijo directo de nuestro señor Jesucristo”.

Los historiadores siguen el debate aún hoy sobre la existencia o no de una masonería en la estructura de la Logia Lautaro que se fundó en buenos Aires en 1812 por integrantes de la lucha por la Independencia y que tenía como cabezas más visibles a José de San Martín y Carlos María de Alvear.

Según algunos historiadores, la Logia Lautaro nunca fue inscripta en los grandes libros de los centros masones británicos y “si no está allí es que nunca existió como tal”, según investigó el historiador Patricio Maguire, archivos en los cuales “tampoco figura el nombre de San Martín”.

Sin embargo, Rodolfo Terragno, autor del libro “San Martín y Maitland”, en una conferencia reciente sobre el tema deslizó que sobre este punto “existe una historia con muchas lagunas”, habiendo él mismo investigado sobre la posible participación de el Libertador en grupos masones.

“Esta historia empieza con la invasión francesa de la península ibérica, con Inglaterra preocupada por detener el avance de Napoleón en Europa, pero también queriendo evitar su traspaso a América. En ese contexto crece la importancia de una organización supranacional como la masonería", explicó Terragno,

En tanto, el general José Matías Zapiola, un militar que llegó de Europa junto a San Martín para luchar por la independencia, integrante de los americanos iniciados en la masonería en Inglaterra en 1808, fue uno confidente en sus últimos años de Bartolomé Mitre, primer historiador del Padre de la Patria.

Con mucha habilidad Mitre logró que el anciano militar revelara algunos “secretos” y pusiera algunos nombres y apellidos de criollos integrantes de la Logia Lautaro.

Así reveló que se iniciaron en este rito el canónico Valentín Gómez, Gervasio Posadas, Juan Larrea, Nicolás Rodríguez Peña, Hipólito Vieytes, Monteagudo, Agrelo, Azcuénaga, el padre Amenabar, Tomás Guido, Perdriel, los militares Murgiondo, Zufriátegui, Manuel Dorrego, Antonio y Juan Ramón Balcarce, entre otros.

Este grupo, según también relata el historiador Pacho O’Donnell en su libro “Historias Argentinas”, respondían mayoritariamente a Carlos de Alvear, en una especie de interna creada en la Logia con José de San Martín.

Al Libertador de Chile y Perú respondían, el mismo Zapiola, Julián Alvarez, Alvarez Jonte, Toribio Luzuriaga, Vicente López, Manuel Moreno, Ugarteche y Lezica.

Nombres con historia, que en la actualidad son referentes de calles para los porteños en barrios como Barracas, Monserrat, Balvanera, Palermo, Recoleta, Belgrano y Villa Urquiza, entre otros.

Ante el debate abierto sobre la certeza masónica o no de la logia Lautaro, un estudioso del tema, Emilio Corbière, afirmó tras su investigación que “San Martín fue iniciado en la Logia Integridad de Cádiz y allí recibió el tercer grado de la masonería simbólica”.

Luego, “en 1808, en Londres, junto a Alvear, y otros militares americanos como O’Higgins de Chile, Rocafuerte de Ecuador y el mismo Simón Bolívar, crearon otras logias de caballeros masónicos”.

“Cuando San Martín fue designado por decreto (1 de agosto de 1816) jefe del Ejército de Los Andes, casi simultáneamente fundaba la Logia de ese emprendimiento y asumía el cargo de Venerable Maestro”, asegura Corbiére en su libro “Masonería, Política y sociedades Secretas”, editado por Sudamericana.

Los restos de San Martín fueron repatriados, tras arduas negociaciones, tres décadas después de su muerte ocurrida en 1850 y se encuentran en un mausoleo fuera del perímetro de la Catedral Metropolitana, aunque desde su interior no lo parezca, producto de la “excomulgación” que recibían los masones por parte de las autoridades eclesiásticas.

Hay investigadores que intentan romper con esta versión y reafirman el “fuerte compromiso católico” de San Martín y suman el dato que cuando llegaron los restos del Libertador a Buenos Aires, “los masones no participan del homenaje porque no lo consideran parte de ellos”.

En esta afirmación, sin dudas, hay un fuerte componente político para “purificar” la imagen del prócer que siempre fue muy fiel a sus pensamientos y creencias.


Fuente:
http://www.asteriscos.tv/noticia-22232.html

“Cuanto uno más se acerca de la política, más masones encontrará”

Entrevista con Sophie Coignard, autora de “Un Estado dentro del Estado. El contrapoder masónico”

04/08/2009 | José Mª Ballester Esquivias

La periodista Sophie Coignard es una de las mayores expertas sobre las élites de poder en Francia. Y la masonería no iba ser una excepción. En su último ensayo- “Un Estado dentro del Estado. El contrapoder masónico”, editado por Albin Michel- desvela la estrategia de los masones galos para la edad posmoderna: cada vez mas secretismo y mayo penetración, aún si cabe, de la esfera pública pese a que “a mayor parte de las personalidades masónicas ha aceptado hablar conmigo” para luego añadir que “de cara adentro de las logias, se muestran mucho más reservados”.

- ¿Cuáles son las características de la masonería en la Francia de hoy?
-Cada vez son más secretos y consigue jugar un papel importante en una sociedad cada vez más transparente. Dicho de otra manera, si durante la III República (1875-1940) muchos políticos confesaban su pertenencia a la masonería, hoy ya casi ninguno lo hace. He entrevistado a distintas personalidades que me han dicho que nunca habían pertenecido a la masonería y luego me enteré de que era mentira. Lo cual plantea un problema porque la segunda característica de la masonería es que es una red tremendamente importante: 150 000 al corriente de sus cuotas y 300 000 si los contamos en sentido amplio. Es una red esencialmente masculina y muy arraigada en la esfera pública. Cuanto uno más cerca está de la política y del sector público, más masones hay.

- Sin embargo, al leer su libro, se tiene la impresión de que es la sociedad civil la que es prioritaria para los masones…
- Siempre se trata de empresas del sector público. Esto plantea el problema del conflicto de intereses, ya que hay muchos masones en las empresas que viven de los encargos públicos. Y el ‘efecto red’ es crucial. No es lo mismo vender café, te o bollos al gran público que ser contratistas de las administraciones públicas.

- ¿Por qué afirma que el ‘antimasonismo’ favorece a los masones?
- Les permite esconderse para justificar el secreto de su pertenencia. Alegan haber sido perseguidos durante la Segunda Guerra Mundial. A eso les contesto que fue hace mucho tiempo y bajo un régimen-el de Vichy- que no tiene nada que ver con el actual. Pero siguen quejándose de la existencia del antimasonismo. Es una manera muy práctica de huir el debate sobre su pertenencia.

- ¿Cuál es la influencia de los masones en la presidencia de Nicolas Sarkozy?
- Muy importante. En primer lugar, por ese personaje que es Alain Bauer, que tiene mucha influencia sobre el Presidente de la República.

-Ya no es masón…
- Ya no lo es pero lo sigue siendo. Va con frecuencia al Elíseo y se le consultan todo tipo de cosas. No tiene ningún puesto oficial pero no está en absoluto ausente. Por otra parte, si uno se fija en la composición tanto de su gabinete técnico como del gobierno, hay muchas personalidades que son o han sido masones: Brice Hortefeux, ministro del Interior, o el también ministro Patrick Devedjian, muy próximo desde siempre al presidente. La influencia masónica también es importante porque Sarkozy suele trocear a la sociedad en distintas casillas y grupos, lo que ayuda a fortalecer a la masonería.

- En su reciente discurso antes las dos cámaras reunidas en Versalles, dijo que renunciaba a utilizar la expresión ‘laicidad positiva’. ¿Estamos ante una concesión a la masonería?
- Pienso que sí. Ha habido presiones sobre el presidente para decirle que era un problema: era difícil imponer a Francia un nuevo ‘dogma’ en el que la laicidad ya no existía, porque, en cierta medida, la laicidad positiva cuestiona la laicidad en si misma.

-Asimismo cuenta, como en 1996, con motivo del primer milenario del bautizo del rey Clodoveo- o sea, la conversión oficial del Francia al cristianismo- y como consecuencia de la violente campaña que desató entonces el Gran Oriente de Francia, se produjo una huída desde esta obediencia hacia la Gran Logia Nacional de Francia (GLNF). ¿Cómo lo explica?
- Por el hecho de que el Gran Oriente es bastante plural. En el hay gente que cree y gente que no cree. Por lo tanto, si hay un extremo que se mueve de manera demasiado fuerte… Mientras que en la GLNF hay que ser creyente, ya que uno ha de jurar sobre la Biblia. Dentro de poco puede producirse algo igual, respecto de la libertad de algunas logias del Gran Oriente de aceptar mujeres. Me han confiado muchos masones de alta graduación que se marcharán.



Fuente:
http://moralyluces.wordpress.com/2009/08/06/politica-y-masoneria/

Masones preocupados por pérdida de valores

MONTEVIDEO, Uruguay, ago 6 --
La Masonería en Uruguay tiene un gran poder y actualmente el Presidente de la República y muchas personalidades de gobierno y el liderazgo son masones.

Por ello no extraño que los candidatos del Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga visitaran a las autoridades de la Gran Logia Masónica del Uruguay.

Según el diario El Observador, estos les manifestaron a los candidatos nacionalistas su preocupación por la pérdida de valores que se viene constatando en la sociedad.

De acuerdo a la crónica de El Observador, el Gran Maestro Walter Caillabet dijo que los masones están interesados en que se mantengan inalterables, entre otras cosas, el estado de derecho y los valores de la libertad, el respeto a las Fuerzas Armadas, en lo que puede entenderse un mensaje favorable al Partido Nacional.

Caillabet comento que la pérdida de valores debe ser atacada con mayor eficacia desde el sistema educativo, señala el Observador, lo que coincide con la prédica de la fórmula presidencial del Partido Nacional.



Fuente:
http://www.timesoftheinternet.com/espanol/52520.html