20 octubre, 2010

Pensamos mal

Eugenio Leal

LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -En la mañana del sábado 16 de octubre, se efectuó una reunión en el Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba, sito en la calle Jovellar No.164 e/ San Francisco y Espada, en el municipio Centro Habana. La misma se convocó con el fin de promover un proceso para que sean juzgados y expulsados de la Masonería Gustavo Pardo Valdés y otros siete hermanos masones.

Es de señalar que en esta actividad sólo estuvieron presentes 11 de los 31 miembros que componen esa instancia masónica. Resulta pertinente destacar que estos asistentes son reconocidos por su adhesión al Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de Grado 33 para la República de Cuba, Jesús Armada Pena.

Los antecedentes a la cita están dados por que los hermanos, ahora enjuiciados, le solicitaron por escrito al Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, José Ramón González Díaz, que procediera, según lo establecido en la Legislación Masónica, en lo referente a las violaciones de los estatutos de la fraternidad en que había incurrido Armada Pena, al visitar logias irregulares en los Estados Unidos.

Gustavo Pardo Valdés fue preso político, ex Canciller del Supremo Consejo del Grado 33 y actual Presidente de la Academia Cubana de Altos Estudios Masónicos. Además, se desempeña como periodista independiente, graduado de la Academia Blogger y mantiene en el portal digital desdecuba.com el blog La Colmena.

Pretenden sacarlo definitivamente de la institución. Al parecer, detrás de esta maniobra están los intereses políticos del Estado, debido a la labor que Pardo Valdés realiza en la emergente sociedad civil. Procuran evitar que un destacado líder de opinión, con reconocido prestigio en la masonería, llegue a ser Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba en el año 2012. Por la campaña de promoción que realizan a su favor diferentes logias del país, con el lema: Renovación y Fraternidad.

Lo anterior se sustenta en que ya antes, el 2 de agosto de 2007, Caridad Diego, Jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, se opuso a que Pardo Valdés fuese elegido para dirigir el Supremo Consejo, en el que ocupaba el cargo de Canciller.

Según trascendió entonces, el beneplácito fue dado para la reelección de Armada Pena, que actualmente tiene 85 años de edad y lleva más de dos décadas en el cargo. Ese ha sido el proceder característico del gobierno para mantener, al frente de las Asociaciones Fraternales en la Isla, a sus adeptos o quienes al menos guardan vergonzoso silencio ante el deterioro generalizado en nuestra sociedad.

No faltaran quienes afirmen que carece de fundamento y es una presunción considerar que hay injerencia del Estado en estos acontecimientos. En realidad, siempre hay que dejar un margen a la posible paranoia de las personas que por largos períodos han sido reprimidas y acosadas. Pero, con relación al régimen totalitario, pensamos mal porque razonamos bien.

Fuente: http://www.cubanet.org/CNews/year2010/Oct2010/20_C_1.html