01 abril, 2011

Cumbre en Madrid de expertos convocados por la Masonería liberal

Victoria Camps, Carlos Berzosa, el doctor Luis Montes y Pedro Costa discuten en el Ateneo los desafíos éticos del siglo XXI

El Ateneo de Madrid será este domingo 2 de abril escenario del evento Nueva ética social en el siglo XXI, que reúne a expertos convocados por cuatro grandes obediencias masónicas autodenominadas liberales y adogmáticas. Victoria Camps, catedrática y presidenta del Comité de Bioética de España; Carlos Berzosa, Rector Magnífico de la Universidad Complutense; el doctor Luis Montes, presidente de la Asociación Derecho a Morir Dignamente y Pedro Costa Morata, Premio Nacional de Medio Ambiente, son algunas de las personalidades convocadas por la Federación Española del Derecho Humano, obediencia organizadora del acto por encargo del Espacio Masónico de España en su segunda edición. El acto culminará con la lectura de un manifiesto, elaborado conjuntamente por numerosos talleres masónicos de toda España, que reafirma los valores humanísticos y la benevolencia como guías para desenvolverse en un mundo de profundas turbulencias, con el propósito de refundar la idea de Progreso de la Humanidad".

En conferencia de Prensa, Jordi Farrerons, Serenísimo Gran Maestre de la Gran logia Simbólica de España, destacó este sábado la necesidad de dialogar sobre la eticidad y el laicismo en un mundo que afronta cambios de intensidad y aceleración inusitadas, según resaltó Ana María Lorente, Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de España. Por su parte, Alain Fumaz, del Gran Oriente de Francia, remarcó que "la lucha por la laicidad es la mejor garantía para el respeto a las religiones y su mantenimiento en la esfera de la privacidad".

En conversación con este diario, Paloma Martínez Lasierra, responsable de la convocatoria como Presidenta de la Federación Española del Derecho Humano, destacó que "laicidad no es igual a anticlericalismo, sino que supone un respeto máximo hacia las confesiones, cuya moral debe formar parte de la vida privada de los individuos, mientras la ética civil y laica ha de ocupar la esfera de la vida pública".

¿Considera posible el diálogo entre la moral inducida desde las religiones y la ética derivada del discurso masónico? "¿Por qué no?", responde. "La laicidad supone un desarrollo del espíritu en busca de la bondad, sin necesidad de dioses misericordiosos ni de seres humanos pecadores".

A propósito de la exclusión de las mujeres de las esferas de responsabilidad en las grandes religiones e, incluso, en algunas obediencias masónicas autodenominadas ortodoxas, Paloma Martínez Lasierra señala: "Estamos en condiciones de superar la exclusión. Y mire que le hablo de una obediencia masónica como la mía, que es mixta desde su fundación por María de Lesmes en 1883. Y agrega con una sonrisa: "Parangonando al cofundador George Martin ¿cómo vamos a trabajar por la Humanidad prescindiendo de la mitad de la Humanidad?". Reconoce no obstante que en este proceso se avanza "poco a poco" y recuerda que "una mujer, en España, hasta 1975, no podía disponer de su cuenta corriente sin el permiso marital".

A la pregunta de si son compatibles la laicidad que la masonería proclama y la espiritualidad, Martínez Lasierra responde que "la espiritualidad no es patrimonio de las religiones, es más bien indisociable del pensamiento, pensamiento que los masones desplegamos en busca del desarrollo intelectual y moral. Por ello, cuanto más desarrollemos el pensamiento más cerca estaremos de la eticidad y de la espiritualidad. Asimismo", precisa "hay que tener presente que no todo el mundo es religioso, si bien cada cual puede acceder al mundo del espíritu".

"Nuestra arma de trabajo es el desarrollo intelectual"

Respecto al desastre nuclear en Japón o los acontecimientos políticos en el Norte de África, Paloma Martínez Lasierra subraya que "la masonería no tiene fórmulas de contenido político para encarar estos procesos", si bien recalca: "La lucha por la democracia siempre fue meta de la masonería y el humanitarismo, que mi obediencia siempre ha proclamado, puede contribuir a paliar el sufrimiento de los afectados". Más adelante añade: "Nuestras armas de trabajo no son las decisiones políticas, sino el desarrollo intelectual personal de cada uno para crear conciencia y reflexión en el ámbito social público. Si los políticos atendieran más a sus sociedades, acertarían más en sus decisiones". En todo ello sitúa la importancia del debate que este domingo se celebrará en el Ateneo.

¿Resulta posible medir los procesos éticos? Para la Presidenta de la Federación del Derecho Humano, "hay indicadores de grados de sostenibilidad y desarrollo, como los surgidos de cumbres mundiales como la de Río, en 1992 o la de Kioto". ¿Son los países más ricos aquellos en los que gente es más feliz? "Recientemente, se ha destacado que la felicidad suele darse en las gentes que trabajan para los demás" ¿Trabaja la masonería para los demás o para sí misma? "Trabaja para el progreso de todos. El lema masónico libertad, igualdad y fraternidad sigue expresando el ideal masónico". Y respecto de los grandes retos que la masonería se plantea de cara al siglo XXI en España, Paloma Martínez Lasierra sentencia: "El principal reto es el de afianzar la masonería y hacer que en este país sea algo normal, un hecho inserto en la sociedad participando en ella como una asociación civil y que seamos contemplados como tales".

"Somos personas normales, nada temibles"

¿Qué aconsejaría a una persona que baraje integrarse en una organización masónica? "Que no acuda con todo sabido y todo leído, porque hay muchas publicaciones que no dicen cosas atinadas sobre la Masonería y la gente puede así caer en un gran barullo. La Masonería, más que una ciencia, es una vivencia profunda, y los masones somos gentes que buscamos en libertad un conocimiento que nos acerque al espíritu. Somos personas normales, para nada temibles, respetuosas con creyentes y no creyentes, involucradas en desarrollarnos personalmente para apoyar el progreso social; empleamos métodos rituales y simbólicos que nos diferencian de otros grupos y asociaciones aunque podamos perseguir objetivos semejantes". ¿Son realmente eficaces los símbolos en un mundo cargado de imágenes como en el que ahora vivimos? ¿Y los ritos? "El hombre es un ser simbólico, detrás de cada imagen hay símbolos que todos reconocemos emocionalmente, como las figuras geométricas o los colores", responde. "A nosotros nos ayudan y con ellos aprendemos a reflexionar interiormente. También el ritual es humano, muchos actos de nuestras vidas están sancionados por ritos. Los ritos nos permiten abstraernos, nos sirven para alejar el ruido, las distracciones y la negatividad del agobio cotidiano fuera de los talleres masónicos donde trabajamos, para que así cada cual dé a los demás lo mejor de sí mismo".


Fuente:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Cumbre/Madrid/expertos/convocados/Masoneria/liberal/elpepusoc/20110401elpepusoc_12/Tes

27 marzo, 2011

La masonería en España: del secretismo a la discreción

Perseguida por el régimen de Franco durante cuarenta años y permitida desde 1979, la masonería sigue suscitando en España desconocimiento, rechazo e indiferencia, lo que ha llevado a sus miembros a abrir un debate sobre la necesidad de darse a conocer.

El historiador José Miguel Delgado asegura que la masonería es una asociación filantrópica que, a diferencia de lo que se suele pensar, se caracteriza por la discreción y no por el secretismo: "Es preferible que se intuya que una persona practica la masonería por sus buenas actuaciones que porque lo diga abiertamente".

DE COLLODI A BEETHOVEEN
Pocos saben a ciencia cierta qué es la masonería. Sin embargo, se relacionan con ella a diario a través de los referentes culturales que ha depositado durante sus más de tres siglos de historia.

Más de tres mil miembros en España
Desde cuentos infantiles hasta composiciones de música clásica transmiten la filosofía de esta centenaria asociación de corte humanista, que en España cuenta con unos 3.500 miembros.

El escritor Carlo Collodi escribió en 1882 "Historias de un títere", cuyo protagonista, Pinocho, descubrió que "el camino correcto se alcanzaba a través del conocimiento y la sabiduría", explica a EFE el presidente del Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española, José Miguel Delgado Idarreta.

"Lo que había sido un tronco de madera y luego una marioneta, se convirtió finalmente en una persona real, tras superar las adversidades que se le presentaron", indica Delgado.

Collodi era masón y a través del cuento de Pinocho expresó su visión de esta institución, una visión que coincide con la del Gran Maestro de la Gran Logia de España, Oscar de Alfonso, quien asegura a EFE que "es una escuela de formación de los individuos", que se basa en "el honor, la verdad y la virtud".

PERDONAR AL PEOR ENEMIGO
La cifra de masones españoles contrasta con la de masones europeos. En Francia, por ejemplo, asciende a 40.000 miembros.

En este sentido, el Gran Maestro Óscar de Alfonso, precisa que la masonería española pretende conseguir una normalización que permita a sus miembros demostrar que no son sectarios: "Nuestro objetivo no es influir en el mundo, sino formar buenas personas, y de forma indirecta trasladar esos valores a la sociedad".

Lo que se mantiene en secreto
Sin embargo, dos aspectos deben mantenerse en secreto: lo que ocurre dentro de las tenidas -nombre que reciben las reuniones de las logias- y la identidad de sus miembros, a menos que sean ellos mismos quienes lo desvelen.

En las reuniones, a las que sólo tienen acceso los componentes de la logia, se celebran ejercicios de naturaleza simbólica, como por ejemplo el rito de iniciación en el que tras vendarle los ojos al aspirante se le pregunta si estaría dispuesto a perdonar a su peor enemigo.

Al quitarle la venda de los ojos, se le advierte de que efectivamente su peor enemigo se encuentra en la sala, se le pide que se dé la vuelta y justo detrás un espejo le muestra su propio reflejo.

MASONES HISTÓRICOS
Políticos españoles como el Conde de Aranda, Práxedes Mateo Sagasta o Manuel Azaña han formado parte de la familia masónica, aunque, tal y como señala el historiador José Miguel Delgado Idarreta, es necesario tener "precaución" a la hora de definirles como masones, porque hay matices.

En el caso del político progresista y presidente del Gobierno Mateo Sagasta, Delgado precisa que cuando llegó a la presidencia del Gobierno dejó su condición de "masón activo" y se convirtió en "masón durmiente", con el objetivo de "mantener la distancia" y evitar favores incómodos.

También el presidente de la Segunda República Española, Azaña, entró en contacto con la masonería pero, según Delgado, sólo estuvo tres meses, pues "no le terminó de convencer".

En el extranjero también existen numerosos referentes históricos. Entre ellos se encuentran filósofos, como Voltaire que se hizo miembro de una logia prácticamente un año antes de morir, políticos, como el primer presidente de EEUU, George Washington, o músicos como Bethoveen, que compuso obras para las reuniones de su logia, entre muchos otros profesionales de todos los campos.

También políticos que ejercen y han ejercido altos cargos en la administración y el gobierno recientemente pertenecen a la institución masónica, aunque prefieren mantenerlo en secreto.

CONSTRUCTORES DE CATEDRALES
Según Delgado, el origen de esta institución se remonta a la aparición de las primeras asociaciones gremiales en torno al siglo X, aunque la masonería moderna, tal y como se conoce en la actualidad, surgió en el siglo XVIII de la mano de los constructores de catedrales.

El secretismo comenzó a aflorar precisamente para evitar que no hubiera impostores que se presentaran en una catedral bajo la condición de maestros masones y obtuvieran un puesto de trabajo para el que no estaban cualificados.

Con el declive de las construcciones religiosas se comenzó a permitir la entrada de profesionales liberales, que ofrecían soporte jurídico o asesoramiento a las logias, como abogados o estadistas.

A principios del siglo XVIII, con la redacción de las Constituciones de Anderson (1923) y la aparición de las primeras logias masónicas en Londres, se establece el nacimiento oficial de la masonería moderna.

CONFLICTIVA RELACIÓN CON LA IGLESIA
El secretismo que rodea el trabajo de las logias ha provocado que se acuse a sus miembros de querer influir en las decisiones políticas y económicas de su entorno o, desde posturas religiosas, de querer instaurar una moral laica, contraria a la fe católica.

El profesor de historia contemporánea de la Universidad CEU de Madrid, Alberto de la Bárcena, apunta que la masonería especulativa es "una secta secreta" nacida en Inglaterra en el siglo XVIII para impedir, entre otras cosas, la restauración de los católicos Estuardo.

Desde su punto de vista, la masonería se basa en un "racionalismo radical" que "conduce a la adoración del hombre, que se redime por sí mismo, prescindiendo de Dios", de manera que según De la Bárcena, constituiría una religión en sí misma con su propio sistema de valores y creencias.

Considera que dos elementos importantes en cuanto a su funcionamiento son "el secreto" y "la obediencia", por lo que indica que el estudio de la Masonería encuentra, por estas razones, "grandes dificultades".

La relación con la iglesia católica siempre ha sido conflictiva, de hecho los masones han estado excomulgados desde el siglo XVIII.

La referencia más reciente es la Declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe de 1983, que dice textualmente que "los fieles que se inscriban en asociaciones masónicas están en pecado grave y no pueden recibir la Santa Comunión".

PULIR EL ESPÍRITU
Según César Navarro, presidente de la fundación que lleva su nombre y experto en masonería, para comprender la evolución de esta asociación histórica es necesario hacer una distinción sus dos principales etapas.

La primera, denominada masonería operativa, era practicada por los constructores de catedrales y tenía como objetivo la edificación de templos, mientras que la segunda, denominada masonería especulativa y practicada en la actualidad, pretende "construir un templo de la virtud y pulir no la piedra, sino el espíritu humano"

Fuente:
http://ecodiario.eleconomista.es/flash/noticias/2940438/03/11/La-masoneria-en-Espana-del-secretismo-a-la-discrecion.html